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Arzobispo de Panamá realiza acto de desagravio y publica decreto de excomunión por sacrilegio

Arzobispo de Panamá realiza acto de desagravio y publica decreto de excomunión por sacrilegio

En la P. María Auxiliadora, así como en todas las parroquias de la Arquidiócesis, se realizarán prudentes actos de desagravio y expiación.

 

Por Redacción

En la parroquia María Auxiliadora de Bejuco se realizó un acto de sacrilegio y profanación por parte de desconocidos. Las hostias consagradas se encontraron dispersas sobre el piso.  Ante esta situación, Monseñor José Domingo Ulloa, arzobispo de Panamá, efectuó un acto de desagravio y expiación para pedir al Señor la conversión de los responsables, ofreciendo las oraciones, sacrificios y actos de culto como reparación por la ofensa cometida a la presencia real de nuestro Señor Jesucristo.

 

El acto de desagravio se realizó este domingo, 13 de agosto, ante el “grave e infame delito del sacrilegio, al ser arrojadas por tierra las especies eucarísticas”.

 

Monseñor Ulloa expresó su profundo dolor al presidir los actos de desagravio, de expiación, de reparación por este terrible pecado de sacrilegio “perpetrado contra lo más santo, lo más importante, lo más central, nada menos que el Cuerpo de Cristo, Cristo mismo en Persona, el Hijo Único de Dios”.

 

Además, afirmó que esta dura experiencia debe convencernos aún más que en el Sagrario está el Cuerpo del Señor, que ha sido profanado. Igualmente señaló que este escarnio gravísimo contra el Señor, es un tratar de destruirlo de nuevo, de rechazarlo de plano, pero Él nos quiere a todos, incluso a los que de esta manera lo quieren maltratar.

Se pide oración para perdonar a los autores de esta grave ofensa.

Con esta profanación, recalcó monseñor Ulloa, “se reconozca o no, existe una actitud de odio contra Dios y Jesús. El odio, además de envilecer el corazón del hombre, genera violencia, todo lo contrario de lo que vemos en Jesús, que es amor, misericordia y compasión sin límites”.

“Al Señor suplicamos la paz en el corazón para perdonar a los autores de esta grave ofensa contra Cristo y su Iglesia”, reiteró monseñor Ulloa.

En ese contexto de la celebración Eucarística, monseñor Ulloa hizo lectura del decreto de excomunión fechado el 11 de agosto, en el que señala que “en la Parroquia María Auxiliadora, así como en todas las parroquias y templos de la Arquidiócesis, se realizarán prudentes actos de desagravio y expiación para pedir al Señor, la conversión de los responsables, como reparación por la ofensa cometida a la Presencia Real de Nuestro Señor Jesucristo”.

Señala el Decreto que según el Derecho Canónico “quien arroja por tierra las especies consagradas, o las lleve o retiene con una finalidad sacrílega, incurre en excomunión automática” y además que “la absolución de este delito corresponde a la Penitenciaria Apostólica”.