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Trastorno de personalidad, ¿es usted narcisista?

Trastorno de personalidad, ¿es usted narcisista?

Las personas narcisistas se caracterizan por una gran necesidad de admiración y necesitan sentirse el centro de la escena.

 

Por Melissa E. Arjona

De un tiempo para acá, muchos se refieren al hablar de una persona con ínfulas, que es narcisista, pero, sabemos en realidad ¿qué es?

El nombre de este trastorno procede un personaje de la mitología griega: Narciso. Él era un ser muy hermoso que no encontró -quien comparado a su belleza- pudiera despertar su amor y entre esas candidatas estuvo la ninfa Eco, a quien le rompió el corazón, dejándola destrozada al igual que a muchas mujeres.

Un día, tuvo la oportunidad de ver su reflejo en un estanque de agua y descubrió lo que era el amor no correspondido, al enamorarse de sí mismo. Incapaz de alejarse de la laguna, permaneció ahí, en desesperación, hasta que finalmente murió de sed y hambre.

Para ilustrar, el cine y la pantalla chica nos muestran personajes que por sus características parece que viven con este padecimiento, como lo son: el Sr. Burns de la serie Los Simpson; Cruela De Ville  de la película 101 Dálmatas y hasta el Iron Man, Tony Stark.

De la Biblia muchos mencionan como el claro ejemplo de este tipo de personalidad narcisista al hijo del rey David, Absalón. Era un líder militar y político, muy inteligente y hermoso; pero a pesar de todos sus talentos, belleza y porte, su forma de ser no era lo que se espera de un hombre de Dios, pues era rebelde y desleal.

 

Tienden a devaluar a otras personas para poder mantener un sentido de superioridad.

 

Búsqueda de la atención

El trastorno de la personalidad narcisista es una enfermedad de salud mental, en la cual las personas tienen un aire irrazonable de superioridad, necesitan y buscan demasiada atención. Además, necesitan que otros los admiren, explicó la doctora Roxana Flores, psiquiatra que labora en la Policlínica de la Caja de Seguro Social, “Dr. José Joaquín Vallarino Z.”, ubicada en Juan Díaz.

Es posible que a las personas con este trastorno les cueste comprender o no les importen los sentimientos de los demás; sin embargo, detrás de esta máscara de absoluta confianza, no están seguras de ellas mismas y reaccionan fácilmente a la más mínima crítica, explicó.

No se sabe cuál es la causa de este trastorno, posiblemente sea una causa compleja, y puede asociarse con: el entorno, la genética y neurobiología, aseveró la psiquiatra.

La personalidad narcisista nace de una violencia, de un terrible trauma, de una herida inferida al individuo en sus primeras etapas del desarrollo o antes, cuando la herida es la madre, ella transmite al hijo su resentimiento, dolor, rabia y temor.

El tratamiento se centra en la terapia de conversación o psicoterapia. Este trastorno afecta más a los hombres que a las mujeres y por lo general, comienza en la adolescencia o principios de la adultez.

Destacó que las personas que padecen esta perturbación no quieren pensar que les pasa algo malo, cuando buscan tratamiento, es más probable que lo hagan para tratar síntomas de depresión, consumo excesivo de sustancias o de alcohol u otro problema de salud mental.

 

El Papa y este mal

El Santo Padre en declaraciones a la agencia argentina TELAM se refirió a tres males de nuestro tiempo: el narcicismo, el desánimo y el pesimismo.

En la entrevista efectuada el pasado 4 de julio el Papa  destacó una serie de fórmulas  para combatir estos males dentro del ser humano.

Dijo que tanto el narcisismo, desánimo y pesimismo  entran en lo que se llama la psicología del espejo.

 

El Papa recomendó el buen humor.

 

Indicó  que Narciso, miraba el espejo y que ese mirarse no es mirar hacia adelante, sino volverse sobre sí mismo y estar continuamente lamiendo la propia llaga. Cuando, en realidad, lo que te hace crecer es la filosofía de la alteridad.

“Cuando no hay confrontación en la vida no se crece… Son las del espejo: yo veo para mirarme a mí mismo y lamentarme. Recuerdo a una monja que vivía quejándose y en el convento la llamaban «Sor Lamentela». Bueno, hay gente que se lamenta continuamente de los males de la época. Pero hay algo que ayuda mucho contra este narcisismo, desánimo y pesimismo, que es el sentido del humor. Es lo que más humaniza”, precisó el obispo de Roma.

Francisco también recordó una oración para el humor: “Hay una oración muy linda de Santo Tomás Moro, que yo rezo todos los días desde hace más de 40 años, que empieza pidiendo «Dame, Señor, una buena digestión y también algo que digerir. Dame sentido del humor, que sepa apreciar un chiste». El sentido del humor relativiza tanto y hace tanto bien. Eso va contra ese espíritu de pesimismo”, concluyó.