Capacitaciones para el emprendimiento y crecimiento

Capacitaciones para el emprendimiento y crecimiento

Contemplan capacitar un aproximado de 100 personas cada mes, anualmente serían 1,200.  Este año reiniciaron el 17 de mayo y ya se capacitaron a 75 personas.

Yoel E González N.

La pandemia ha visibilizado aún más la realidad de los pobres. Y Pastoral Social Cáritas no se ha quedado con las manos cruzadas. Inició suministrando bolsas de alimentos, ahora desarrolla varias líneas de acción, entre ellas cursos y talleres de emprendimiento.

Se trata de varios proyectos que ofrecen las  herramientas necesarias para que la población desempleada pueda generar ingresos autónomos para vivir y mitigar los efectos en la economía familiar.

BISUTERÍA. Con el arte que aprenden desarrollan creaciones diversas.

Como señala Kathia Díaz Degay, Coordinadora de Proyectos de Pastoral Social Cáritas, si bien es tiempo de solidaridad, también lo es de ingenio y creatividad. “Por ello, buscamos responder a los desafíos que nos trae la pandemia, con proyectos de emprendimiento en las comunidades”.

Inés Núñez de Samaniego / Curso de Bisutería
Esta ha sido una grata experiencia para mí, porque a pesar de mi discapacidad y limitaciones he aprendido algo valioso y he ocupado mi tiempo para aprender un oficio que me ayuda a emprender.

Para Díaz es importante que cada persona se sienta parte de la solución a sus problemas. “Pastoral Social les anima y acompaña a través de programas dirigidos a desarrollar proyectos de emprendimiento y autogestión”, dijo.

Y es que los participantes no sólo reciben talleres de formación para desarrollar proyectos de emprendimiento, también se le apoya con los materiales; al mismo tiempo reciben charlas y dinámicas para ayudarles a fortalecer su autoestima y desarrollo personal.

Karen Lara / Parroquia San Pío
Esta experiencia ha sido excelente porque he aprendido mucho del mundo de la repostería y me ha ayudado a generar un ingreso para mi familia.

Informó, además, que cuentan con el apoyo del Ministerio de Desarrollo Social (MIDES), a través del proyecto de Desarrollo Humano Integral para familias emprendedoras. Se brindan cursos de belleza, costura, repostería, manualidades con globos, confección de bisutería, porcelana fría, pesebres, artesanías con facilitadoras expertas en la materia.

Proyecto

El objetivo es capacitar en forma teórica y práctica para que los y las participantes puedan aprender las técnicas y ponerlas en práctica en corto tiempo. La mayoría de los cursos tienen un mínimo de 20 horas de formación.

Kyrena A. Gómez White / Curso de Belleza
Me ha parecido increíble la oportunidad. Estoy aprendiendo cada día nuevas técnicas y atención a los clientes, estoy ansiosa por seguir aprendiendo para ser profesional.

La Pastoral Social Cáritas planifica todo el proceso de formación con un enfoque integral. Las capacitaciones incluyen como administrar y comercializar los proyectos de emprendimiento. Asimismo se dictan talleres de autoconocimiento, y fortalecimiento de la autoestima, relaciones sanas y prevención de la violencia doméstica.

“Estamos convencidos que el emprendimiento es un medio para crecer como personas, y ayuda a la economía familiar”, afirma la coordinadora de proyectos, y precisa que además se brinda un servicio a la comunidad.

Los cursos son una iniciativa que ha permitido el emprendimiento de las personas que participan de estos.

Explicó que el perfil de los que participan en los programas de capacitación, deben ser hombres o mujeres que no tienen trabajo a causa de la pandemia y les cuesta incorporarse al mercado laboral.  

“Está pensado para aquellos a quienes les toca la responsabilidad de atender y cuidar a los integrantes de sus familias y por ello requieren desarrollar actividades económicas que le permitan llevar el sustento a sus familias, dentro de la comunidad donde viven, y que por lo general son las mujeres”, comentó.

Cabe señalar que Cáritas, tras un análisis de la situación, ejecuta los talleres de formación en los barrios o corregimientos que se encuentren en vulnerabilidad social. 

Para lograr sus objetivos, Pastoral Social Cáritas realiza reuniones con los párrocos y la comisión de pastoral social para que sean estas las que refieran a personas que han sido atendidas en sus programas de acompañamiento parroquial. Este año se inició en la zona pastoral de Panamá Este y se espera seguir otras regiones.

La Pastoral Social Caritas está dirigida por Maribel Jaén en su calidad de Secretaria Ejecutiva Nacional.  El Diácono Alfredo Alzamora, coordinador arquidiocesano y Kathia Díaz Degay, Coordinadora del Proyecto, juntos llevan adelante programas e iniciativas dirigidas a atender a las poblaciones más necesitadas de ayuda solidaria.

Testimonio

Hace 21 años, Pastoral Social Cáritas de la Arquidiócesis de Panamá dio inicio a estos talleres de formación, y Fátima Osiris Morales Ramírez formaba parte del equipo de facilitadores, su campo, la modistería. Recuerda que se dictaban talleres a mujeres residentes en las comunidades de Cabra, Caminos de Omar y Arnulfo Arias en Pacora.

Aquella oportunidad de servir, en lo que para ella era fácil, fue su gran aporte para que muchas mujeres, en estas comunidades de Pacora, lograran un oficio que ha perdurado en el tiempo, y ha sido el sustento de sus familias.

CHARLAS. Se preparan para emprender sus proyectos personales.

Recuerdos

Todo empezó en una confirmación, narra Fátima. El padre Tulio Alfredo Gómez vio la necesidad de que los confirmandos llevaran albas, debido a la forma de vestir de las jovencitas. Así fue que le pidió a Fátima que se encargará de confeccionar las albas.

“El padre me trajo rollos de tela para hacer todas las albas, yo me puse hacerlas y las entregamos para el día de la confirmación, en la parroquia de Nueva Esperanza”, comentó la facilitadora.  Recordó que Monseñor José Dimas Cedeño, en ese entonces Arzobispo de Panamá, preguntó quién había confeccionado las albas. Así fue que nació, que en las confirmaciones de la arquidiócesis, se usaran albas, acotó Morales.

Para Fátima, estas experiencias han sido gratificantes, porque quienes han sido parte de estas formaciones logran un emprendimiento y crecimiento personal, que redunda en sus familias también.