Una figura que el mundo de hoy tiene en menos, pero que la Palabra nos indica que es columna de protección y ejemplo para la vida y la formación de los hijos.
Eduardo Soto P./ Fotos: Omar Montenegro y Unsplah
Empezaremos con un pensamiento del Papa Francisco: “La ausencia de los papás en la vida de los pequeños produce lagunas y heridas que pueden ser muy graves. Algunas desviaciones de los niños y adolescentes se pueden explicar por la carencia de ejemplos por la carencia de cercanía y de amor por parte de los padres”.
Pastoral de la Salud
Creo que el escrito es muy escueto para lo que, nos consta por lo vivido, logra ser la importancia de un papá en la familia moderna.
El Santo Padre explica que, en el pasado, en los hogares, reinaba el autoritarismo, que convertía a los hijos en siervos y no respetaba sus necesidades, ni les alimentaba la libertad.
El problema hoy –dijo el Papa– es el contrario, la ausencia, porque los papás están concentrados en ellos mismos y se olvidan de su familia.
Sacerdote
El Dios de la Biblia es el Padre que perdona a su hijo arrepentido, se entrega a quienes se lo piden, y ofrece pan del cielo y agua viva a sus hijos.
“Como obispo de Buenos Aires ya advertí este fenómeno de sentirse huérfano de muchos chicos y a veces preguntaba a los padres si jugaban con sus hijos, si tenían el valor y el amor de perder el tiempo con ellos y la respuesta era fea: No, no puedo porque tengo mucho trabajo”, agregó el Papa en una nota no publicada por la agencia de noticias EFE.
Iluminación
El sacerdote Samuel Álvarez, asesor pastoral de las Obras Misionales Pontificias (OMP) en Panamá, citó al Santo Padre cuando el pasado 19 de marzo, en la festividad de San José (que coincide con el día del Padre en Italia), “presentó a José como modelo educador en sabiduría, edad y gracia”.
Presidente MFC
Los futuros padres serán reflejo del ejemplo que les dimos a nuestros hijos. El papá sirve para tener mejores padres mañana.
De acuerdo con el padre Álvarez, la paternidad es “un don inmerecido que el Señor le da a los hombres”, y que el modelo que se debe imitar está en la Biblia, donde se ve clara la permanencia de la paternidad de Dios, (Is 63,16).
“Pese al contraste con la realidad de hoy, donde algunos elementos quieren destruir la familia, “Dios nunca deja de ser nuestro Padre”, indica el padre Samuel.
Y añade: “la referencia a la figura paterna ayuda a comprender algo del amor de Dios que, sin embargo, permanece infinitamente más grande, más fiel, más completo que el de cualquier hombre”.
“¿Quién de ustedes –dice Jesús para mostrar a los discípulos el rostro del Padre–, al hijo que le pide pan, le dará una piedra? ¿Y si le pide un pescado, le dará una serpiente?”, indica el padre Samuel, citando a Mateo.
El sacerdote siempre pone como ejempló de papá al Dios de la Biblia: “como Padre, acompaña con amor nuestra vida, dándonos su Palabra, su gracia, su Espíritu”.
“Él –como lo revela Jesús–, es el Padre que alimenta a las aves del cielo sin que deban sembrar ni cosechar, y reviste de magníficos colores las flores del campo, con vestidos más bellos que los del rey Salomón (cf. Mt. 6, 26-32; Lc. 12, 24-28)”, añade.
¿Para qué sirve un papá?
El doctor Tomás Vásquez Polo, de la Pastoral de la Salud, señala que el mundo actual quiere “desfigurar la trascendencia de la figura paterna”, muy importante “en el acompañamiento, protección y educación de sus hijos, bajo la perspectiva del amor de Dios”.
Vásquez sustenta que el papá de hoy debe imitar a San José, aquel “hombre que llevó y guio a Dios hecho hombre, enseñándole la misión del trabajo como ente de crecimiento, providencia y servicio”.
Por esa misma línea de pensamiento transita Jaime Sterling, presidente nacional del Movimiento Familiar Cristiano, quien sostiene que es el padre de familia quien debe proveer el alimento y el techo, cumpliendo el llamado a la responsabilidad.
Pero también –dice Sterling– es quien “arregla los daños y ayuda con los quehaceres de la casa, y con esto nos enseña de que también hay trabajo que se hace en casa y debe ser equitativo”.
El papá es quien “ante una pregunta capciosa de sus hijos dice ‘Pregúntale a tu mamá’, para no pasar por encima de la autoridad compartida”, indica Sterling de manera práctica y graciosa.
“Muchos dirán que solo algunos de estos pensamientos son reales, o quizá ninguno… pero es deber de cada padre de familia tratar de ser mejor padre todos los días, de ser mejor esposo todos los días, para tener una mejor sociedad todos los días”, sentenció.
Testimonios de dos aspirantes al diaconado en la Arquidiócesis
Silvio Murillo y Sergio González, ambos aspirantes al diaconado, ven la figura del padre de familia como clave para la vida.
Silvio dice que conoció a su papá a los 10 años, y como su mamá estaba ocupada trabajando, lo crio una abuela. Por eso pensó desde muy joven que sus hijos tendrían un papá de verdad, sin ausencias.
“Ser padre es una vocación”, dice, y añadió: “Dios me dio la oportunidad, a pesar de mis defectos y errores, de cumplir esta misión”.
Sergio González señala a San José como aquel que “le enseñaba a Jesús”, no solo manualidades, sino la vida en familia “junto a una mamá, con sus hijos”, (Lc, 2,33).
María y José educaron a Jesús en la fe, en el amor y en la caridad, y eso es justamente lo que debemos hacer los padres.
La voz de ambos es la que se debe escuchar en la formación de los hijos, cada uno desde su realidad y su vocación como persona humana”, indica Sergio.
