Casa sacerdotal

Casa sacerdotal

Retribuir con amor a nuestros sacerdotes

Dignificar, honrar y amar la labor que han realizado por años nuestros sacerdotes, quienes nos han acompañado en el crecimiento y consolidación de nuestra fe, es parte de este especial proyecto que busca brindar las condiciones adecuadas para cuando llegue el momento de su retiro. Una casa sencilla, pero cómoda, es parte de lo que se busca para los sacerdotes que ya han cumplido con sus años de servicio en las parroquias y comunidades. “Esta Residencia Sacerdotal dedicada al Padre Guillermo Sosa, nos lleva a una reflexión del amor que se tiene al ministerio sacerdotal hoy en día. Es mostrar un poco de agradecimiento por el sacerdote que nos bautizó, aquel que nos dio la Primera Comunión, el sacerdote que nos casó, el que nos acompañó con asesoría espiritual y muchos otros momentos que nos han marcado”, dijo el padre Jalmar Broce. Agregó que es necesario mostrar ese cariño, sobre todo porque los sacerdotes no cuentan con un sueldo quincenal o mensual para sostenerse.

 

De hecho, en lugares muy humildes, los sacerdotes viven de una subvención que se da a través de la actividad anual que realiza la Iglesia con las alcancías de la Campaña Arquidiocesana, a través de la cual se brinda también apoyo a las comunidades religiosas. “Nosotros recibimos una subvención de 250.00 dólares cuando estamos en parroquias pobres. Los demás ganan alrededor de 500.00 doláres, entonces al llegar a la edad de retiro, nos jubilamos generando muy poco, y eso lo tenemos que utilizar para cubrir nuestras necesidades básicas, como: casa, medicamentos y una ancianidad feliz”, recalcó. Por eso se hace necesario apoyar este proyecto, a través del cual vamos a crear un fondo para que cuando llegue la edad de jubilación de nuestros presbíteros, cuenten con un hogar en dónde 

Los adultos mayores merecen espacios en donde puedan seguir compartiendo y desarrollándose

que se tiene al ministerio sacerdotal hoy en día. Es mostrar un poco de agradecimiento por el sacerdote que nos bautizó, aquel que nos dio la Primera Comunión, el sacerdote que nos casó, el que nos acompañó con asesoría espiritual y muchos otros momentos que nos han marcado”, dijo el padre Jalmar Broce. Agregó que es necesario mostrar ese cariño, sobre todo porque los sacerdotes no cuentan con un sueldo quincenal o mensual para sostenerse. De hecho, en lugares muy humildes, los sacerdotes viven de una subvención que se da a través de la actividad anual que realiza la Iglesia con las alcancías de la Campaña Arquidiocesana, a través pasar su ancianidad y sus enfermedades. El sueño es poder levantar estas estructuras, que rondan un gasto de aproximado de 1 millón y medio de dólares. Esta casa contará con habitaciones, cocina, comedor, biblioteca, una pequeña capilla, una terraza, un recibidor y una piscina con rampas para que puedan hacer sus terapias. Será un hogar sencillo, pero cómodo y con las debidas atenciones para un adulto mayor. “Queremos motivar a los fieles para que su colaboración sea generosa y concienciar el amor a los sacerdotes, que también somos seres humanos, que muchos llegamos solos a la ancianidad y necesitamos el apoyo de ustedes”,

destacó el padre Jalmar. Agregó que siguen necesitando de la oración de todos, el ánimo y la ayuda para construir esta casa, para que este proyecto fluya lo más pronto posible, pues ya hay sacerdotes que se encuentran alojados en casas parroquiales en donde reciben amor y atención, pero que no cuentan con las adecuaciones requeridas.

 

No podemos desampararlos

Por su parte, el padre Efraín De León, Vicario Pastoral de la Arquidiócesis de Panamá, destacó que en la actualidad no existe en el territorio de nuestra iglesia, una casa de descanso para los sacerdotes que se van retirando, después de años de servicio. 

“Algunas personas dirán que las familias pueden acompañarlos, pero a veces ese cambio es difícil cuando ya se está acostumbrado a un estilo de vida, por eso es importante darles espacios en donde puedan descansar y recibir la atención que necesitan”, dijo. Esta casa tiene esas características, con espacios necesarios para movilización, zona recreativa, biblioteca y un espacio de enfermería en donde contarán con una persona que vele por ellos a tiempo completo.