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Comunicador católico: Difundir la verdad de Cristo, es su sagrada misión

Comunicador católico: Difundir la verdad de Cristo, es su sagrada misión

Para anunciar la verdad, el comunicador católico debe hacerlo con caridad y misericordia, transmitiendo esperanza. Es necesario defender la verdad de Cristo y presentarlo como una opción de vida, iluminada por su enseñanza y el magisterio de la Iglesia, que es rico y trascendente.

 

Por Elizabeth Muñoz de Lao

La labor del comunicador es informar, educar, entretener, apegado a la verdad y a la ética. Así, lisa y llanamente. Pero cuando se trata de aquellos que tienen el deber de transmitir esperanza, de transformar el corazón de los hombres y de llevar la Buena Nueva al ser humano sediento de amor y de fe, ahí están siempre los comunicadores católicos.

No son una casta, son profesionales convencidos de que su misión no es informar cualquier hecho noticioso, sino transmitir una fe que trasciende y derriba barreras para alcanzar la plenitud en el espíritu de los demás.

De eso está consciente la periodista Eunice Meneses, presidenta de la Asociación de Comunicadores Católicos de Panamá (CC Panamá- Signis).

Ella parte de la premisa de que la misión del comunicador católico tiene como fundamento la Verdad y, a diferencia de otros comunicadores, la Verdad para el creyente y, por ende, para el católico, es Jesucristo.

 

“Nuestra misión es ser sal en el mundo, pero en el ámbito comunicacional, debemos defender y transmitir la Verdad de Cristo, presentarlo como una opción de vida que está iluminada por su enseñanza y el magisterio de la Iglesia”, recalca.

 

Este anuncio de la Verdad, hay que decirlo con caridad y misericordia, dando esperanza, lo que no es fácil, pero no imposible. Meneses asumió la presidencia de esta asociación para abrirles paso a los jóvenes en una organización que fue refundada en el 2021, el 24 de enero, en la Fiesta de San Francisco de Sales.

Antes, se llamaba Asociación Católica Nacional de Comunicadores (ACNAC). Es miembro de SIGNIS de América Latina y SIGNIS Internacional, donde ha participado de proyectos formativos, de producciones de videos y de radios, en la creación de Radio Lío, y siendo sede del Congreso Latinoamericano y Caribeño de Comunicación en julio del 2022.

Con 37 años de ejercer la comunicación católica, considera que el mayor reto de estos profesionales es renunciar al protagonismo en el ejercicio de la profesión para que sea Jesús quien sea el protagonista, sus valores y el magisterio de la Iglesia, que es rico y que ilumina toda la realidad humana.

 

Emileth Bósquez desarrolla su labor, con alegría, en la Pastoral de Comunicación de la Diócesis de Penonomé.

 

Hay que llevar esperanza y confianza

Por su parte, Emileth Bósquez, de la Pastoral de Medios de la Diócesis de Penonomé, sostiene que el periodista católico “busca llevar la fe a los hogares, demostrarles a las familias que hay que tener esperanza y confianza en nuestro Padre Dios”.

Debe ser acucioso, como Carlo Acutis, ese joven italiano, aficionado a la informática, que  documentaba milagros eucarísticos y apariciones marianas, y catalogaba toda esa información en un sitio web que creó antes de su muerte por leucemia.

“Es enseñarles a los demás que a todos ama Dios, sobre todo, a esa juventud que está sedienta de amor y que tiene esa energía por dentro; decirles que pueden venir a nuestra Iglesia católica, que tenemos mucho por hacer y ellos pueden aportar”, manifiesta Emileth.

Se dio tiempo para referirse al futuro de Panamá y el papel que debe jugar el periodista católico. “Él es fiel difusor de los mensajes de nuestros guías de la iglesia católica, ya sea obispos o sacerdotes, a través de los diferentes medios de comunicación, tradicionales o digitales. Es el encargado de replicar aquel mensaje esperanzador que ellos emiten ante las situaciones que afronta el país”, resalta.

 

Alegría de servir a Dios

En tanto, la periodista Diamar Díaz Nieto, asegura que ser periodista católico “es el poder vivir tu vocación con la convicción de que lo que se hace, se hace con alegría porque, a través de las obras, sirves a Dios”.

Diamar Díaz Nieto tuvo claro, desde muy joven, que sería comunicadora católica.

En su caso, ese amor se inicia desde la adolescencia cuando participaba en grupos parroquiales y coros. Fueron muchas las lecciones de fe aprendidas que  marcaron su vida y definieron  su vocación de comunicar, ya que muchos de los presbíteros con los que tuvo la oportunidad de compartir, le enseñaron que “no vinimos a este mundo a pernoctar, sino a trascender. De ahí que nos interesamos en el periodismo, labor que más que una profesión, es una forma de vida”, añade.

Las palabras tienen el poder y la responsabilidad de informar a través de fuentes veraces en temas variados, como es la prevención en salud, el dar a conocer sobre una obra de misericordia  o el ventilar una injusticia, argumenta.

El ser periodista católico va más allá de combinar palabras para que resuenen románticamente en nuestras emociones o para satisfacer los egos, destaca Diamar; “es reconocer que somos instrumentos para llevar la buena nueva, tal como se hizo en la pasada Jornada Mundial de la Juventud, en enero de 2019, cuando se hizo viva aquella frase con la que tanto nos identificamos: Panamá puente del mundo, porque nuestra tierra chiquitita y cristiana fue la sede de este gran encuentro mundial y donde estuvo el periodista católico informando fielmente cada uno de los hechos, regando de este modo la semilla”, concluye la experimentada comunicadora.