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“Confiamos, y el Señor respondió, vamos juntos a Lisboa”

“Confiamos, y el Señor respondió, vamos juntos a Lisboa”

La comunidad parroquial se hizo parte de este sueño y, junto a los jóvenes, trabajaron para que pudieran hacer maletas hacia Portugal.

 

Por Karla Díaz

Desde que finalizó la Jornada Mundial de la Juventud en Panamá, los muchachos de la parroquia San Juan Apóstol y Evangelista, de Brisas del Golf, quedaron con la inquietud de viajar a Lisboa. Sin embargo, en ese tiempo no contaban con un líder, una persona que conociera y que los guiara para dar los primeros pasos.

Su párroco, el padre José Brutúa, confiando en sus capacidades y en todo lo que pueden hacer, les invitó a soñar e insistiendo a algunas unidades, logró que tomaran el timón de esta travesía, este sueño lejano que se convirtió en realidad.

Hoy, están a pocos días de partir, convirtiéndose así en el primer grupo de peregrinos de esta parroquia que participa oficialmente como delegación en una JMJ, esta vez en Portugal.

Son 25 jóvenes que, durante el proceso, no han estado solos. Así lo asegura Alejandra González, una de las jóvenes líderes que valientemente dijo Sí, y ha trabajado de la mano con la comunidad para lograr el viaje.

 

A sólo días de viajar, recuerdan el trabajo realizado para lograr su objetivo.

 

“Recibimos apoyo de otras dos parroquias que también van a viajar con el padre José. Ellos nos ayudaron un montón en todo lo que fue la parte de guiarnos, sobre todo, en la parte logística, cómo funcionaba el tema de inscripciones y demás, aunque nuestro mayor reto fue el tiempo”, señala la joven.

Destaca que han trabajado duro; desde diciembre del año pasado han realizado las actividades, la cuales, por falta de tiempo, han sido tómbolas; esperaban realizar algo grande, pero las cosas no se dieron.

Y a pesar de eso, Dios no los dejó solos. En marzo decidieron hacer otra tómbola, pero con premios mucho más grandes, y recibieron una donación de suéteres que pusieron a la venta.

“Todo ha sido increíble, la misma comunidad nos donaba cosas, rosarios, imágenes de la Virgen, cuadros, y con esas ayudas, llegamos a recaudar casi la totalidad de lo que necesitábamos para poder viajar. El apoyo de nuestra comunidad que dijo Sí desde el primer momento ha sido fundamental. A ellos, gracias, porque sin ellos no hubiéramos podido ir”, asegura la peregrina.

Parte de la formación ha consistido en rezar el Rosario semanalmente, como delegación de la parroquia.

 

Formarse fue prioridad

Los peregrinos siempre tuvieron como prioridad tener una formación integral, tanto física como espiritual. Organizaron y participaron juntos de tres formaciones y, además, realizaron caminatas para medir su actividad física y preparase para las caminatas que vivirán en Portugal.

La comunidad parroquial les apoyó desde el primer momento.

“Tuvimos caminatas en Amador, Parque Metropolitano y la primera fue dentro de Brisas (del Golf), en un parque del área. Además, compartimos encuentros en donde realizamos las catequesis preparatorias, dialogando y estudiando sobre temas, como ecología integral y amor social, fundamentales en la formación para vivir de verdad el viaje”.

Asimismo, han estado rezando el Rosario semanalmente como delegación de la parroquia y, según dicen los muchachos, ha sido bonito poder compartir estos momentos orando en comunidad.

El proceso lo han visto como un testimonio de que el Señor, al final, responde y que hay que confiar, pues aunque al principio no había claridad en viajar o no, no se detuvieron; oraron, se formaron y se pusieron manos a la obra para cumplir su sueño.