Como los discípulos de Cristo, dirigentes del Movimiento de los Seglares Claretianos llevan la buena noticia del Evangelio a comunidades lejanas. En Darién y Capira les esperan con las puertas abiertas.
Por Marianne Colmenárez
Los días de misión que Ernestina Soto experimentó en la comunidad de Río Sabana, dentro del Vicariato Apostólico del Darién, dejaron una profunda huella en su vida de fe, que perdurará para siempre.
Recién egresada del Instituto de Formación de Agentes de Pastoral (INFAP), Ernestina sentía la necesidad de poner en práctica lo aprendido. “Salgan a evangelizar y no se guarden los conocimientos, fueron de alguna manera las palabras que el arzobispo de Panamá nos dijo en la entrega de certificados; rápidamente Dios en sus planes me envió una invitación a través de una amiga que se forma con los hermanos Seglares Claretianos”.
Sin pensarlo dijo sí a su primera misión.
De la experiencia en Río Sabana, Ernestina recuerda el momento en que llegaron a una comunidad rural, sin luz eléctrica y con calles de tierra.
“Nos desplazamos a caballo, atravesando ríos hasta casi caer la noche. Viven como las primeras comunidades cristianas, a pesar de la distancia se ayudan entre sí y perseveran en mantener su fe y tradiciones”, expresa.
Enamorada de la experiencia, del carisma y de la espiritualidad de los Seglares Claretianos, manifiesta su deseo de volver pronto a la misión. “Las personas estaban sedientas de escuchar la Palabra de Dios, hicimos el santo rosario con las familias, les donamos los kits y las guías para rezarlo, se entregaron Biblias, el Pan de la Palabra y regalitos para los niños”, destaca Ernestina.
¿Cómo son los Seglares Claretianos?
Son hombres y mujeres cristianos que han abrazado la espiritualidad y la misión del carisma de San Antonio María Claret, fundador de la Congregación de Misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de María.
“Tratamos de hacer nuestra la misión de Jesús en el mundo, vivimos las exigencias del Reino y prestamos en la Iglesia un servicio de evangelización, según el espíritu de San Antonio María Claret, dentro de nuestra identidad seglar”, explica Itsury González, coordinadora de la comunidad y delegada de comunicaciones.
Actualmente desarrollan varias iniciativas de misión en comunidades de Darién, en Capira y con hogares que atienden a personas en situación de calle; así mismo, acompañan actividades realizadas por y para los jóvenes.
“A nivel regional contribuimos con la formación de seglares claretianos y laicos que quieren seguir las huellas de Jesús y encender ese compromiso evangelizador desde la vocación”, dijo Itzury.
En Panamá tienen dos comunidades en el Santuario Nacional, pertenecen a la Región Seglar de Centroamérica y son acompañados por los Misioneros Claretianos.
Con los jóvenes
Los Seglares Claretianos se suman a campamentos y encuentros juveniles con el Vicariato Apostólico de Darién. Allí, los acompañan en actividades recreativas, de crecimiento espiritual y personal, fomentando su compromiso social y ecológico.
“Todas estas actividades de misión como las ferias vocacionales, actividades parroquiales, las hacemos en comunidad, colocándolas siempre en manos del Espíritu Santo, quien nos guía en el camino y en nuestra vocación”, reitera la coordinadora.
Pilares de formación
La formación del Seglar Claretiano busca tocar el corazón, movilizar a la conversión y traducirse en vida que da testimonio de Cristo.
Carolina Sosa, laica comprometida del Santuario Nacional, también ha vivido la experiencia de acompañar en misión a los Seglares Claretianos. Participa en la formación con la ilusión de ser parte formalmente de este movimiento.
“Me gusta estar en continuo contacto con la realidad. Eso nos obliga a un permanente esfuerzo de actualización”, afirma.
En cada encuentro mensual se fortalecen con la oración, Palabra y práctica de los sacramentos
