Vielka López
La pandemia puso en evidencia un problema mundial que ha existido desde tiempos remotos… la desnutrición, que se genera porque ingerimos alimentos que no aportan ningún valor a nuestro organismo o porque no tenemos acceso a comida.
Parece increíble que muchas personas no tienen los medios para un plato de comida, pero es la realidad de muchos y Panamá no escapa a este duro escenario.
¿Por qué sucede esto? ¿Por qué las personas pasan hambre, si existe tanta riqueza? Te has detenido a pensar en esto, agradecer por lo que tienes o buscar alternativas que ayuden a paliar el hambre en tu comunidad, porqué el hambre sigue siendo el problema de nunca acabar. Y con la llegada de la pandemia se hizo tan viral como el mismo Covid-19.
Miles de familias han quedado desamparadas económicamente, pues padres y madres denominados “cabezas de familias”, debieron acogerse a las medidas impuestas por las empresas, tales como: cese de labores sin salario, suspensión y/o reducción salarial, creando un hueco en sus bolsillos y afectando drásticamente la vida de todos.
Estas medidas sin duda generaron un cambio en los hábitos alimenticios, ya que, con menos dinero, la ingesta de comida se modificó. Y si el dinero empieza a agotarse, el hambre y la desnutrición llegan.
OPINIÓN
Pedro Acosta, UNCUREPA
“La pandemia agravó el tema de la alimentación en todos los miembros de la familia, poniéndolos en riesgo de enfermedades”.
Eliana Jiménez, Nutricionista.
“Un niño que sufre algún grado de desnutrición debe ser evaluado y guiado por un pediatra o profesional de la salud”.
Un panorama sombrío
Pero la realidad de nuestro país ya era desalentadora. Según datos del Plan Nacional de Seguridad Alimentaria y Nutricional, comprendido para el período 2017-2021, unos 400 mil panameños están subalimentados, viviendo en situación de pobreza extrema o indigencia, con unos ingresos de apenas B/.38 por mes, los cuales no alcanzan a cubrir la mitad del costo de la Canasta Básica Familiar (CBF).
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