Alrededor de 2,500 chicos se reunieron para celebrar las Bodas de Plata del Encuentro Juvenil Arquidiocesano (EJA), una cita marcada por la fe y el compromiso juvenil.
Por Marianne Colmenárez
En la solemnidad de Cristo Rey, el gimnasio de la Universidad Santa María La Antigua se llenó de júbilo con la celebración de los 25 años del Encuentro Juvenil Arquidiocesano (EJA). El evento coincidió con la XXXIX Jornada Mundial de la Juventud, que tuvo como lema: “Los que esperan en el Señor caminan sin cansarse” (Is 40,31), marcando un espacio de profunda espiritualidad.
Monseñor José Domingo Ulloa, arzobispo de Panamá, presidió la eucaristía y recordó el sentido de la solemnidad: “Celebrar a Cristo Rey es trabajar para que reine la verdad frente a tanta mentira. Su Reino brilla en el servicio, el perdón y la acogida de los últimos”.
A los jóvenes les invitó a ser luz verdadera en sus comunidades y a construir un mundo más fraterno, guiados por la verdad del Evangelio.
“No se conformen con ser estrellas pasajeras. Sean luz verdadera, construyendo un mundo más fraterno y solidario”, afirmó monseñor Ulloa.
Uno de los momentos más emotivos fue la entronización de las reliquias del Beato Carlo Acutis, un joven modelo de fe y compromiso que dedicó su vida a evangelizar a través de la tecnología y a promover el amor por la Eucaristía.
Monseñor Ulloa destacó que, “Carlo Acutis enseña que la santidad no es algo extraordinario; se puede vivir con alegría, amando a Dios y al prójimo en lo cotidiano”.
El sacerdote Justo Rivas, asesor de la Pastoral Juvenil Arquidiocesana, resaltó el camino recorrido por el EJA y su origen en el Huracán Juvenil, inspirado por sacerdotes como el padre José “Popito” Quezada.
Según el padre Rivas, el Espíritu Santo ha guiado este camino, transformándolo en un espacio de evangelización. “Estos encuentros son experiencias kerigmáticas que renuevan el encuentro personal con Jesús, pero lo esencial es el acompañamiento posterior que reciban los muchachos en sus comunidades”, explicó.
“El acompañamiento que se da después es compromiso de todos nosotros, sacerdotes, obispos religiosas, laicos y jóvenes coordinadores de grupos”, dijo el asesor de la Pastora Juvenil.
La jornada contó con el predicador chileno Marco López, quien profundizó en el tema de Isaías 40,31, recordando a los jóvenes que Dios no se cansa de amarlos.
En medio de su prédica aconsejó: aprender a callar la mente y el corazón, hacer silencio y buscar la conexión con el Señor. “Pidan gracia de la intimidad que nos ayuda a conectarnos con El. Somos más de lo que aparentamos y vivimos de manera tan acelerada”.
Desde el encuentro