Esta disciplina deportiva se ha convertido en una poderosa herramienta de integración y desarrollo comunitario, especialmente en las comunidades rurales del distrito Renacimiento, diócesis de David.
Por Marianne Colmenárez
En las comunidades del distrito de Renacimiento, donde los recursos y las opciones de entretenimiento suelen ser limitados, el fútbol emerge como una actividad accesible y de bajo costo, que puede reunir a personas de diferentes edades y géneros en torno a un objetivo común: el amor por el deporte.
Hasta las canchas de tierra improvisadas se convierten en espacios de encuentro donde se establecen lazos de amistad, solidaridad y compañerismo entre los habitantes locales.
Se promueven valores cristianos como la solidaridad, la honestidad y el servicio a los demás.
El sacerdote Eric Obaldía, misionero de la congregación San Vicente de Paúl, en la diócesis de David, expresa que han venido utilizando el fútbol como herramienta pedagógica de cohesión social y de trabajo en equipo.
“Este año que apenas inicia vamos a ir mejorando con avances actuales, de herramientas y metodologías que se practican en otros lados. Desde esta perspectiva de construir el tejido espiritual y social en nuestra población, queremos hacer un diagnóstico para saber con qué contamos, recorreremos distintas zonas para luego organizar un campeonato”, señaló.
El padre Eric, como aficionado de este deporte, forma parte del equipo Águilas Doradas. “Somos 19 sacerdotes que jugamos juntos en un equipo, participamos también con el equipo parroquial, compartimos cuando hay celebraciones también del lado tico.
Por su parte, José Manuel Rodríguez, entrenador de fútbol de la comunidad Bonita de Santa Cruz, siempre ha participado en las iniciativas deportivas que se organizan en beneficio de los niños y jóvenes. Para él, este deporte deja una huella perdurable en la vida de quienes participan, se fortalece la confianza, el liderazgo, el trabajo en equipo y la confianza en sí mismo.
Destaca el papel del deporte como un medio para fomentar la salud física y mental, así como para promover un estilo de vida activo y saludable entre los jóvenes.
Dimensión espiritual
El papa Francisco subraya, en su Exhortación Apostólica Postsinodal “Christus Vivit”, la importancia de integrar la dimensión espiritual en la práctica deportiva, invitando a los jóvenes a vivir el deporte como una ocasión para crecer en la relación con Dios y para testimoniar su fe en medio del mundo del deporte.
A través del deporte, los jóvenes tienen la oportunidad de experimentar la alegría del encuentro, el valor del esfuerzo y la belleza de la solidaridad, viviendo así la fe de manera concreta y auténtica en medio del mundo actual.
