El Papa Francisco aprobó la canonización de José Gregorio Hernández, tras décadas de devoción y un proceso de 76 años.
Por Redacción
El beato venezolano José Gregorio Hernández será proclamado santo. Así lo confirmó el Vaticano este martes 25 de febrero de 2025, tras la audiencia en la que el papa Francisco, actualmente hospitalizado en el Policlínico Gemelli, aprobó su canonización. La decisión se dio a conocer luego del encuentro del Santo Padre con el Cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado, y Monseñor Edgar Peña Parra, Sustituto para los Asuntos Generales de la Secretaría de Estado.
La canonización de José Gregorio Hernández representa un hito en la historia de la Iglesia en Venezuela y América Latina. Su vida de servicio a los enfermos y su profunda fe lo convirtieron en una de las figuras religiosas más queridas de la región. Tras más de 70 años de espera y una devoción popular que nunca disminuyó, su nombre será inscrito oficialmente en el catálogo de los santos.
Un camino impulsado por grandes promotores

El proceso de canonización de José Gregorio Hernández ha contado con el respaldo de numerosas personas que, a lo largo de los años, han trabajado incansablemente para lograr este reconocimiento. Entre ellas, destacan los Cardenales Baltazar Enrique Porras Cardozo y Jorge Liberato Urosa Savino, quienes fueron grandes impulsores de la causa.
Asimismo, la labor de diferentes postuladores y vicepostuladores ha sido fundamental en el desarrollo del proceso. Figuras como la Doctora Silvia Correale, el Padre Gerardino Barracchini, Monseñor Tulio Ramírez Padilla y Monseñor Fernando José Castro Aguayo jugaron un papel clave en la recolección de pruebas y testimonios que permitieron demostrar la santidad del “médico de los pobres”.
Una vida de fe y servicio
José Gregorio Hernández nació el 26 de octubre de 1864 en Isnotú, Venezuela. Desde joven, mostró una profunda vocación religiosa y una gran pasión por la medicina. Tras graduarse en la Universidad Central de Venezuela, continuó su formación en Europa, especializándose en microbiología y otras disciplinas médicas.
A su regreso a Venezuela, se convirtió en un pionero de la enseñanza científica en su país, pero su verdadera vocación se manifestó en su servicio a los más necesitados. Conocido por atender gratuitamente a los enfermos de escasos recursos, su entrega le valió el cariño del pueblo y el título de “médico de los pobres”.
Sin embargo, su vida fue truncada el 29 de junio de 1919, cuando fue atropellado en Caracas. Su muerte generó una conmoción inmediata y, desde entonces, la devoción hacia él no ha hecho más que crecer.
Larga espera para la canonización
El camino hacia su canonización comenzó en 1949 con la apertura oficial de su causa. En 1986, el Papa Juan Pablo II lo declaró “venerable”, al reconocer sus virtudes heroicas. Posteriormente, en 2020, el Papa Francisco aprobó el primer milagro atribuido a su intercesión, lo que permitió su beatificación en 2021. Finalmente, en 2025, la confirmación de un segundo milagro llevó a su proclamación como santo.
Este reconocimiento significa que su culto, antes limitado a ciertas regiones, ahora será universal. Como santo, José Gregorio Hernández podrá ser venerado en todo el mundo, con templos, altares y festividades litúrgicas dedicadas en su honor.
Un santo del pueblo

La figura de José Gregorio Hernández trasciende el ámbito religioso. En Venezuela, su imagen se encuentra en hogares, hospitales y comunidades, donde miles de fieles acuden a pedir su intercesión. Su tumba en Caracas es un lugar de peregrinación constante, reflejo del amor y la fe que el pueblo le ha profesado durante más de un siglo.
Su canonización no solo es un reconocimiento de su vida ejemplar, sino también un mensaje de esperanza para quienes ven en él un modelo de fe, humildad y servicio.
Con este acto, la Iglesia confirma que su legado sigue vivo, inspirando a generaciones a seguir su ejemplo de amor al prójimo y entrega incondicional.