El poeta Luis «El Cholo» Bernal emociona a los feligreses reunidos en la Plaza Catedral con un pregón apasionado e histórico.
Por Marianne Colmenárez
La bendición de los ramos, que hizo el arzobispo de Panamá, Monseñor José Domingo Ulloa en la Catedral Basílica Santa María La Antigua, reunió a cientos de fieles que desde tempranas horas de la mañana se dispusieron a vivir todo lo programado para conmemorar el Domingo de Ramos.
En la primera eucaristía celebrada a las ocho de la mañana, monseñor Ulloa exhortó a los feligreses acompañar a Jesús en su entrada triunfal a la Ciudad Santa. “Con fe y devoción participemos ahora de su cruz, con la esperanza de estar un día disfrutando de su gloriosa resurrección.”
Aclaró de manera enfática a no quedarse en la entrada a Jerusalén. “La lectura de la Pasión nos revela el misterio del Mesías sufriente y no el triunfador esperado por sus contemporáneos” dijo.
“Cristo sigue sufriendo en la actualidad, cuando vendemos nuestra vida por 30 monedas de plata; cuando nuestro deseo de enriquecernos nos lleva a hacer negocios no tan honrados… cuando ahora los hombres buscan en la violencia; el terrorismo, las guerras, abortos, eutanasia, odios entre familias, la solución de los problemas” afirmó Ulloa.
Para Monseñor no es tiempo de tristeza, es tiempo de confirmar una gran verdad, Jesús está vivo y presente en nuestras vidas.
“Que esta Semana Santa nos reconozcamos hermanos, para que crezcamos en humildad, y dejemos ya la ambición, la prepotencia y podamos generar algo nuevo y distinto en nuestra sociedad” exhortó.
Nace una tradición
A eso de las 11 de la mañana, la Plaza Catedral estaba repleta de fieles católicos y turistas, atraídos por el animado ambiente que creaban los integrantes del coro arquidiocesano.
A las 12 en punto sale del balcón de la habitación 203 del Hotel Central, el compositor y poeta Luis Cholo Bernal Caraballo. Recitó dos versos, llenos de vivencias, emociones y de reflexiones sobre la Semana Santa.
Una composición dedicada a la pasión de Cristo y otro centrada en los momentos importantes que se vivirán en el Casco Antiguo durante los días santos.
“Me siento privilegiado, el talento es un don que el Señor me ha regalado, siempre voy estar con el corazón abierto esperando a que la Iglesia me ocupe. De esta manera podré retribuir tantas bendiciones en mi vida. Ser el pregonero es un honor, decir al pueblo que Jesús está vivo y presente entre nosotros es una honra que Dios me ha hecho” manifestó.
Seguido se dio nuevamente la bendición de los ramos y la procesión por los alrededores de la Plaza Catedral. Para culminar con la segunda eucaristía programada en la Catedral Metropolitana.
Reconocimiento
Al finalizar la segunda misa, Monseñor Ulloa entregó un reconocimiento a Elías Castillo, expresidente de la Asamblea Nacional. Por sus 30 años de entrega y generosidad al servicio de la Iglesia, ofreciendo continuamente palmas que se bendicen para la procesión del Domingo de Ramos y que se distribuyen en las parroquias de la Arquidiócesis de Panamá.
