Un gran acontecimiento de comunión y expresión de fe se vivió desde bien temprano en los alrededores del parque Simón Bolívar y luego en la Iglesia San Atanasio.
Redacción
Más allá de las vistosas y coloridas alfombras que son instaladas por tradición en honor al Cuerpo y la Sangre de Cristo, la región de Azuero una vez más vivió intensamente esta fiesta de religiosidad popular, apegada a esa catequesis transmitida desde la época colonial.
A las 10 y media de la mañana de este jueves, monseñor Rafael Valdivieso, obispo de la diócesis de Chitré acompañado de monseñor José Domingo Ulloa, arzobispo metropolitano y sacerdotes invitados, se colocaron en la puerta del templo San Atanasio; tal como lo indica el ritual tradicional concedieron el permiso para que el gran diablo, diablicos y otras danzas ingresaran al interior del templo.
En la misa
En su homilía, Monseñor Ulloa, arzobispo de Panamá explicó que esta solemnidad se convierte en una ocasión especial para reflexionar en la gran obra de amor que Jesucristo realizó por sus hijos en la cruz.
“Nos dejó un regalo invaluable, la presencia real de su Cuerpo y de su Sangre, que nos alimenta y nos sostiene en nuestra vida espiritual. En la Eucaristía, sentimos la cercanía de Cristo, su amor y su misericordia” dijo.
Citó al sacerdote Pedro Moreno para afirmar que La Villa de Los Santos retrocede cada año a los tiempos originales en los que el bien y el mal se debaten por la hegemonía sobre los humanos.
Sobre la danza de los Diablicos manifestó “que no es más que la parodia de la tragedia de una humanidad que se siente permanentemente amenazada a causa de los propios errores, vicios y pecados, y que para repararlos buscan víctimas por doquier y se ofrecen a un Ser Superior, capaz de eliminar los efectos del mal”
“Cuando celebramos y comulgamos participamos de la “común-unión”, en un doble sentido: Por un lado, entramos en comunión con Jesucristo, que ha entregado su vida por nuestra salvación. Y por otro, generamos entre nosotros vínculos de comunión y lazos de fraternidad” destacó.
Antes de finalizar la Eucaristía, informó que mañana 9 de junio la Iglesia estará conmemorando los 52 años del secuestro y desaparición del padre Héctor Gallego, hecho ocurrido en Santa Fe de Veraguas.
Sobre la procesión
El profesor Manuel Arosemena, historiador de La Villa de Los Santos relata que desde hace aproximadamente 20 años, inició esta tradición de adornar las calles donde transita la procesión con el Santísimo Sacramento.
“La procesión recorre las cuatro esquinas del parque, donde se han colocado previamente varios altares. Estas esquinas representan los cuatro puntos cardinales de la tierra. En el recorrido el pueblo canta con fervor los himnos tradicionales en honor al Santísimo Sacramento para luego recibir la bendición por parte del Arzobispo” señaló.
Cabe destacar que estas fiestas, que conmemoran el cuerpo y la sangre de Cristo Crucificado, fueron inscritas en 2021 en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.