El arzobispo de Panamá, José Domingo Ulloa, presidió la misa celebrada en la parroquia Santísima Trinidad, donde fueron colocadas sus cenizas.
Marianne Colmenárez
En una emotiva y sentida celebración eucarística presidida por Monseñor José Domingo Ulloa, arzobispo de Panamá se ha puesto de manifiesto la cercanía, la bondad y entrega del padre Arnulfo Rodrigo Zarzavilla en su ministerio; quien el próximo 15 de agosto hubiese cumplido 44 años de ordenado al sacerdocio por Mons. Marcos Gregorio McGrath.
Monseñor Ulloa tuvo palabras de reconocimiento sobre el sentido del sacerdocio. Recordó que precisamente el pasado viernes 4 de agosto, día de la fiesta de San Juan María Vianney entregó su alma a los brazos del Padre Eterno, el sacerdote panameño Zarzavilla, a los 82 años de edad, en la ciudad de Panamá.
“En medio del dolor hoy celebramos que su ministerio sacerdotal- silencioso como el del santo cura de Ars- fue fecundo, su consejo llegó a muchas personas que lo buscaron para encontrar el camino hacia Dios en medio de la dificultad. Supo acompañar a quienes lo buscaban con generosidad y alegría” expresó en su homilía.
«El testimonio que deja el padre Zarzavilla se recordará “como quien hasta la etapa final de su vida habló con las obras de lo que es vivir el seguimiento de Jesús, destacándose por su serenidad, alegría y humildad” dijo el Arzobispo.
Agradeció a la fundación Nueva Vida por todo el esfuerzo y muestras de cariño que todo el personal realizó para hacer más cómoda la enfermedad del padre Arnulfo.
Vale resaltar que el sacerdote Arnulfo Rodríguez Zarzavilla, nació el 25 de enero de 1941 en Los Santos. Entró al Seminario Mayor San José en el año de 1972, proveniente de la parroquia Inmaculada Concepción de Pacora, en la comunidad San Martín. Trabajó en La Chorrera con Monseñor Andrade, fue párroco de la iglesia Sagrada Familia en San Isidro de San Miguelito y en la parroquia San Antonio en Ciudad Jardín.
Las honras fúnebres de cuerpo presente se llevaron a cabo en la Catedral Basílica Santa María la Antigua, ayer 10 de agosto y sus cenizas fueron colocadas hoy en la cripta de la parroquia Santísima Trinidad.