La satisfacción de recibir una gran sonrisa y un “gracias” lleno de nobleza, mueve el corazón de este grupo de mujeres voluntarias que se entregan en los pasillos de un hospital.
Por Karla Díaz
Carmen Calderón recuerda cómo a la edad de 6 años tuvo una lesión cerebral, y a pesar de recurrir a varios lugares no fue posible que alguien encontrara su la causa. Fue en el Hospital del Niño en donde identificaron su problema. Recibió el tratamiento, pero también el afecto y la compañía de las voluntarias, por lo que a los doce años se prometió que algún día retribuiría esa ayuda y salvación, ayudando a otros niños que lo necesitan.
Hoy es parte de un grupo de 50 mujeres que recorren cada día los pasillos del Hospital del Niño para apoyar la labor de médicos, enfermeras y personal técnico, en el cuidado de la salud de los pacientes. Incluso más que eso, ellas dan su tiempo, cariño y su ser, su parte humana, a los niños y sus familiares.
Son 65 años de servicio
Desde 1958, al poco tiempo de inaugurarse el Hospital del Niño, la Dra. Gago, que laboraba en ese centro hospitalario, vio la necesidad de contar con personal de apoyo para brindar una mejor atención a los niños hospitalizados, y fue así que se organizó el Cuerpo de Voluntarias del Hospital del Niño, que desde esa fecha ha venido dando servicios de AMOR-AYUDA-CONSUELO a los pacientes y sus familiares.
Geneva Montiel, Presidente del Cuerpo de Damas Voluntarias 2021-2024, señala que la esencia de este voluntariado es brindar amor a los pacientes, a través de sus programas de Acompañamiento Hospitalario (#niunniñosolo), con el cual brindan tiempo y cariño a los pacientes que no cuentan con la compañía de un familiar.
Realizan además talleres lúdicos (#jugarparasanar) en las salas de hospitalización, teniendo en cuenta la edad y condiciones de los pacientes. Estos talleres tienen una doble finalidad, lúdica y educativa.
También la celebración de cumpleaños (#cumplesano) y la Biblioteca Hospitalaria (#elcarritodelasletras).
“A través del consuelo, nos enfocamos en el apoyo a las mamás. Sabemos que la carga emocional y situación de vulnerabilidad es un obstáculo para cuidar a sus hijos”, señala la Montiel.
Destaca, además, que a través de los programas que desarrollan brindan 200 desayunos diarios (#cafeconamor), reparten kits de aseo, y lo más importante, acompañan su recorrido dentro del hospital desde la escucha amorosa a pacientes y familiares.
Una labor que traspasa las paredes del hospital
Las voluntarias llevan adelante el programa Ayuda, con el cual aportan equipos al Hospital del Niño para garantizar la mejor atención, diagnósticos más precisos y los mejores tratamientos. Además, entregan medicamentos a los pacientes que reciben el alta médica para asegurar que cumplan con el tratamiento completo y evitar recaídas.
“También ayudamos con los traslados de pacientes que regresan a áreas de difícil acceso e inclusive hacemos el esfuerzo conjunto de acondicionar las casas de niños con enfermedades crónicas que necesitan hacer adecuaciones para volver a su hogar.
¿Por qué apoyarlas?
Nada de esto es posible sin la ayuda de la empresa privada, la sociedad civil y sobre todo sin el trabajo desinteresado de nuestras voluntarias, asegura Geneva. “Esta ONG trabaja desde el altruismo sin contar actualmente con personal contratado y prácticamente sin gastos administrativos que son cubiertos en su totalidad por la cuota anual que aporta cada voluntaria. De esta forma podemos garantizar que cada centavo de donación impacte directamente en la salud de un niño y/o sus familiares”, recalca.
Sesenta y cinco años de trabajo honesto, transparente e incansable por la salud materno- infantil de Panamá lo avalan. Destaca, también, que están muy esperanzadas con la construcción del nuevo Hospital del Niño, que beneficiará de gran manera a la población infantil, ya que contará con un número importante de consultorios para brindar las especialidades, y salas de operaciones. “Una deuda histórica que esperamos, desde hace años, que se haga realidad”.
También puedes ayudar
Un pequeño espacio se ha adecuado en las inmediaciones del hospital para recibir las donaciones que todos podemos hacer. “Recibimos útiles de aseo, pañales desechables, libros de colorear y crayones, así como ropa de segunda mano, zapatos, y en el apoyo de nuestra gran actividad anual -Outlet del Amor- en donde vendemos vestidos de noche, largos y de cóctel, de marcas, a precios módicos”.
Si quieres formar parte del cuerpo de voluntarias, debes ser mayor de edad, mujer, y tener disponibilidad de lunes a viernes de 8:00 a 11:00 a.m. Dos veces al año se realizan las convocatorias para poder llevar a cabo las capacitaciones y el entrenamiento especial de 80 horas.
