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Entrega total y libre, por amor a Dios en la Vida Consagrada

Entrega total y libre, por amor a Dios en la Vida Consagrada

San Juan Pablo II en 1997 instituyó la Jornada Mundial de la Vida Consagrada con el objeto de ayudar a toda la Iglesia a valorar cada vez más el testimonio de quienes han elegido seguir a Cristo como consagrados.

 

Por Karla Díaz

“Peregrinos de la esperanza por el camino de la Paz” es el lema del Jubileo de la Vida Consagrada, que se realizará en Roma en octubre del próximo año, y para el cual se están preparando las diferentes congregaciones religiosas del mundo. 

La Casa Provincial  de las Hermanas Franciscanas de María Inmaculada reunió a los miembros de la Conferencia Panameña de Religiosos y Religiosas (CONFEPAR) para compartir una Eucaristía en acción de gracias por la vida consagrada, por su llamado, y pidiendo por la paz del mundo. 

 

Pero, ¿Quiénes forman parte de la vida consagrada?

Se suele pensar que todos los sacerdotes son consagrados, y es cierto, porque han pasado por una ordenación, sin embargo, cuando se utiliza el término Vida Consagrada es porque pertenecen a un grupo en particular, a una congregación religiosa.  

Todos los sacerdotes son miembros de la Iglesia católica bajo el rito romano, pero hay una distinción cuando hay sacerdotes de la vida consagrada o de diferentes congregaciones religiosas, por ejemplo, los Jesuitas, Franciscanos, Salesianos, Claretianos, Vicentinos y demás.

“Todos nosotros pertenecemos a la Vida Consagrada, somos sacerdotes de congregaciones de vida religiosa, distinto a los diocesanos que se rigen bajo la dirección del Obispo”, señala el padre Gregory Gay, actual presidente de la Conferencia Panameña de Religiosos y Religiosas (CONFEPAR).

 Así, los sacerdotes consagrados que trabajan en la Arquidiócesis de Panamá, por ejemplo, tienen que respetar las líneas de acción del Obispo, pero el jefe directo puede estar en la Casa Superior o Central de la congregación.

 

Diferentes clasificaciones

Dentro de la vida religiosa hay diferentes clasificaciones de sacerdotes o grupos de hermanos; hay órdenes religiosas, órdenes monásticas, es decir que todos son sacerdotes, pero con diferentes carismas, y mucho depende de su fundador, por eso al final de sus nombres se colocan unas iniciales.  Por ejemplo, los Vicentinos C.M (Congregación de la Misión), los Jesuitas SJ (Sociedad de Jesús), o los Agustinos (Orden de San Agustín).

En ese sentido, el padre Raúl Serrano, Religioso Agustino, también nos orienta, señalando que, para entenderlo aún mejor, los sacerdotes diocesanos por lo general están en las parroquias ayudando y obedeciendo la misión encomendada por los Obispos.

“Es decir, ellos se consagran al servicio del pueblo santo de Dios, a seguir a Cristo como pastor, pero no hacen votos, sino que ayudan al Obispo al cuidado de los fieles”, destaca.

En cambio, los consagrados pueden ser sacerdotes y laicos, que también hacen su consagración, pero quieren seguir a Cristo como víctima, se consagran para servir a Dios por el bien de los hermanos.

 

Los consagrados pueden ser sacerdotes y laicos, pero quieren seguir a Cristo como víctima.

 

“Al sacerdote diocesano  se le llama Padre; al religioso se le llama Fray, pero aquí en Panamá llamamos Padre a todos, y por eso a veces se da la confusión”, señala

El  padre Raúl entró al seminario diocesano para ser cura, y sirvió durante 20 años en la diócesis de Chitré; sin embargo, después sintió la vocación a consagrarse  totalmente a Dios en la vida religiosa, y eligió a los Agustinos en Chitré.

 

Votos religiosos 

Los sacerdotes de Congregaciones Religiosas toman los votos de castidad, pobreza, obediencia y muchos toman un cuarto voto que es el de estabilidad con el cual prometen vivir toda su vida en la congregación de la misión escogida hasta el final.

También están los Institutos seculares formados por personas que viven en el mundo, pero se consagran a Dios mediante los votos de pobreza, castidad y obediencia.

Viven cada uno en las circunstancias ordinarias del mundo, ya sea en familia, solo o en comunidad, pero siempre de acuerdo a las constituciones del instituto. Participan a través de sus vidas en la evangelización de la Iglesia, en el mundo y desde el mundo mismo.

Los Vicentinos viven con alegría su vida consagrada.

Según el padre Gregory Gay, organizarse es fundamental para que se lleve mejor el trabajo y la integración entre todas las comunidades de vida religiosa, de ahí que la CONFEPAR se preocupa por la unidad y formación de sus miembros. 

«Queremos animar a que más congregaciones participen y se integren, aunque sabemos que cada uno tiene sus responsabilidades y compromisos», dice.

Agrega que se están actualizando los datos por congregación , a fin de saber dónde  y quiénes son los religiosos responsables por diócesis para una mejor organización, que permita una mayor sinergia entre las congregaciones religiosas.