En un conversatorio con los sacerdotes de la Arquidiócesis de Panamá, el Cardenal hondureño Óscar Rodríguez Maradiaga afirma que dicha Declaración no es una herejía, sino una explicación pastoral del carácter de las bendiciones, que estaban limitadas en el ámbito litúrgico.
Por Marianne Colmenárez
Ante tanta polémica en las redes sociales sobre la Declaración Fiducia Supplicans, en la que se entiende la posibilidad de bendecir a las parejas en situaciones irregulares y a las parejas del mismo sexo, el Cardenal Óscar Rodríguez Maradiaga, arzobispo emérito de Tegucigalpa asegura que la principal dificultad ha sido la falta de lectura de la gente, incluso de los fieles católicos que se han limitado solo leer los titulares de los medios.
«Para tener criterios frente aquellas publicaciones que son negativas sin tener información, es necesario que todos los bautizados lean esta exhortación que de por sí, es clara y muy explícita. También aquellos que se sienten como en contra del documento, para que vean que no lo conocen» reiteró.
Explicó a los sacerdotes presentes que “La Declaración tiene 45 puntos, de los cuales lamentablemente muchos medios de comunicación solo han enfatizado del número 31 al 39, solo porque son los que se refieren a parejas que viven en situación irregular o del mismo sexo”.
Aseguró que han obviado otros puntos importantes en los que se habla por ejemplo sobre las bendiciones en la Sagrada Escritura, la compresión teológica y pastoral de las bendiciones. Aspectos que serán muy útiles para educar la religiosidad popular, y la Iglesia como sacramento de amor infinito de Dios.
“La presente desea ofrecer un aporte innovador al significado pastoral de las bendiciones, para ampliar y enriquecer la comprensión de las mismas hasta ahora vinculadas solamente a una perspectiva litúrgica” afirmó el Cardenal Rodríguez Maradiaga.
Aclaró en su presentación que dicha Declaración presentada por el Dicasterio para la Doctrina de la Fe, se mantiene firme en la doctrina tradicional de la Iglesia sobre el matrimonio. “No se permite ningún tipo de rito litúrgico o bendición parecida que pueda causar confusión” destacó.
