Los obispos panameños advirtieron que se seguirá acompañando a todos los enfermos, porque la misión de la Iglesia es “hacer visible, como Jesucristo, la Misericordia de Dios”.
Dispusieron algunas medidas para prevenir que el Covid-19 se propague, tal como dar la comunión en la mano, confesar y ungir enfermos usando mascarillas, y reducir al mínimo la presencia de fieles en las exequias y bodas.
En la Arquidiócesis de Panamá se suspendieron las misas sabatinas y dominicales, y se limitó la presencia de fieles en las misas de lunes a viernes, a no más de 50 personas.
Aun así, el Arzobispo dispuso aumentar el número de misas televisadas y radiales el domingo, y mantener los templos abiertos para dar la comunión a quienes la soliciten.
Otras diócesis del país han emitido disposiciones diversas, que aparecen en esta edición en las páginas 3 y 7.