Rosiellis y Erick llegaron buscando adquirir experiencia profesional, pero el carisma e identidad de esta obra ha transformado sus vidas.
Por Marianne Colmenárez
Son variadas las labores que componen el voluntariado de Radio María y que hacen posible el funcionamiento de esta emisora católica; la cual se sostiene gracias a la dedicación de sus voluntarios, quienes encuentran en su sede, ubicada en la urbanización Los Ángeles, a una familia y una misión de vida.
Rosiellis Márquez, de 24 años, está culminando su carrera de periodismo en la Universidad de Panamá. Su pasión por la comunicación la llevaron a realizar sus prácticas profesionales en Radio María.
“Los conocí gracias a mi madre, quien escuchaba la emisora regularmente. Pero hace tres años aproximadamente, varios amigos me invitaron a la sede y a ser parte del programa de Jóvenes Católicos de la Arquidiócesis de Panamá”, comentó.
Su voluntariado se basa en la locución y animación de varios programas, colabora también en el segmento Variedades del programa Buenos días, ¿cómo está?, y otros espacios que le han permitido crecer en su vocación como comunicadora.
“He pasado días de 3 a 7 horas en la emisora, animando o ayudando a redactar; son espacios en los que trato en lo posible ser una servidora ejemplar para dejar referencia a otras generaciones que también pueden dar sin recibir nada a cambio”, destacó.
Radio María ha marcado un antes y un después en la vida de Rosiellis, según explica ha sido una vía para transmitir la Palabra de Dios a todas esas personas que la necesiten.
Su programación está bien estructurada y cuidadosamente planificada”, reiteró.
Desde la Chorrera
Erick Montenegro, de 21 años, es estudiante de producción para cine, radio y televisión. Vive en La Chorrera y se traslada dos o tres días de la semana hasta Radio María para cumplir con su labor como voluntario.
“Conocí la emisora gracias a un amigo que me invitó a colaborar en la locución de un programa, y rápidamente quedé enganchado con el carisma de la radio. A los pocos meses entré oficialmente como voluntario”, dijo.
Crea contenido para redes, produce videos y cápsulas y ocasionalmente hace de operador en cabina para los programas ‘Amar es cosa de dos’, ‘Fuerza de Dios’ y ‘Jesús habla chino’”, explicó.
Montenegro valora la oportunidad de conocer a personas maravillosas que le han ayudado a pulir sus talentos profesionales. “La labor de Radio María es formadora desde la animación hasta los espacios informativos o de noticias”, comentó.
Uniendo corazones y voluntades
“Para nosotros, el voluntariado es pilar fundamental de la emisora, son parte del carisma de Radio María”, afirmó Eufracio Abrego, asistente editorial.
Explicó que la visión de los jóvenes voluntarios es distinta. “La persona adulta responde al voluntariado porque siente que la emisora ha hecho algo en su vida, que le ha ayudado en su proceso de conversión. En los chicos no siempre sucede así, ellos lo van viviendo y aprendiendo en el camino”.
“Algunos colaboran desde las parroquias, en la calle, otros generan contenido para redes sociales y también quienes se desenvuelven en producción o como operadores en la cabina de la emisora. Obviamente, la tecnología siempre atrae a los chicos y por eso la mayoría se enfoca en servir en la parte técnica”, detalló.