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La alegría de la Pascua la vivimos en familia

La alegría de la Pascua la vivimos en familia

Para que nuestros hijos comprendan lo que están viviendo es muy bueno que tengan actividades que refuercen lo que les decimos. Los niños necesitan actividades gráficas, como dibujos o juegos, completar frases, o laberintos que los hagan seguir en el tema.

 

Por Karla Díaz

Al celebrar la Pascua de Resurrección no solo se nos invita a ir al templo, a vivir en vigilia esa espera y alegrarnos porque Cristo venció la muerte. Esta fiesta, la más importante para los católicos va más allá.

En todos los entornos puede verse reflejada la alegría de la resurrección, pero muy especialmente en nuestras familias, con nuestro esposo, esposa y con los hijos.

Esta fecha es de alegría, por eso debemos agradecer. Dar gracias a Dios por el don y el sacramento del matrimonio, por esa primera cita, por el fruto del amor, por las piedras en el camino y por todo lo que juntos se ha vencido.

Este tiempo es para darnos luz unos a otros, por eso, volvamos a decirnos cosas bonitas y trabajemos en pareja, no solo en el hogar, sino también en el templo.

 

Trabajamos en pareja y vivimos la alegría

Noren Rodríguez y su esposo llevan juntos la Escuelita de Jesús, un grupo adjunto a la Catequesis de niños en la Parroquia San Judas Tadeo. Para ellos, la Pascua de Resurrección es el día más especial del año, ya que ven cumplida la promesa de Jesús, la vida eterna para los que creen.

“Nos preparamos a lo largo de la Cuaresma, enfatizando la reflexión de los evangelios y compartimos en familia y con otros grupos pastorales las obras de misericordia”, destaca.
Agrega que poder vivir todo esto con su esposo es mucho mejor, ya que como familia no solo van a las actividades, sino que en casa existe ese ambiente de espera, la que nos invita a la Pascua.

 

Noren, su esposo y su hija viven la Pascua visitando hogares de ancianos.

 

Con su hija, este trabajo y haber vivido este tiempo especial, les ha ayudado a comunicarse mejor, a hacer más cosas en familia y a reflexionar unidos lo que al final ha traído enseñanzas para todos.

“En esta Pascua hemos visto que las situaciones y todos los problemas que podamos tener los podemos resolver siempre manteniendo la fe y la esperanza en Jesús, y esto es algo que fortalece a mi familia”, menciona Noren.

Además de la participación activa en el templo, también realizan una actividad especial que es ir a los Hogares de Ancianos a entregar comidas. Eso lo realizan junto a otras familias e inclusive junto a otros grupos pastorales.

 

Perdonarse y ser positivos

Francisco Meléndez, tiene 2 hijos junto a su esposa, pero la vida le regaló 5 más, cuando adoptó a los hijos de su cuñada fallecida. Juntos celebran la Eucaristía, dialogan sobre el perdón y tratan siempre de darle un lado positivo a la vida, aunque todo parezca oscuro.

“Lo que buscamos siempre es mantener la unidad. Durante, la Pascua tratamos siempre de hacer encuentros familiares, visitamos a quienes estén un poco distantes y no dejamos de participar de las fiestas y celebraciones religiosas”.

Una parte importante que destaca Francisco es dedicar tiempo a Dios y transmitirle eso a los hijos, no para que lo hagan por obligación sino para inculcarles el por qué de las cosas, por qué vivimos la resurrección, por qué tanta alegría y por qué nacemos a una vida nueva.

 

La Pascua es una fiesta familiar

Marielos, junto a su esposo, ha inculcado la fe católica a sus 7 hijos. Con una familia tan grande, la Pascua de Resurrección es una fiesta enorme en la cual agradecen el don de a unión matrimonial y el don de la vida reflejada en cada uno de sus niños.

“Durante la Cuaresma y Semana Santa nos unimos y realizamos algunas misiones. Allí compartimos meditaciones, temas, y de un manera u otra compartimos la fe. El domingo de Resurrección nos reunimos en torno a la mesa y hacemos un almuerzo especial agradeciendo al Señor su entrega y la gracia de la familia”, puntualiza.

 

Pedimos al Señor sabiduría

A Dios gracias, Diana Jiménez y su familia han podido asimilar con más detenimiento y más fe esa alegría y el sentir por la resurrección de Jesucristo. Personalmente comenta que junto a su esposo ha tratado de estar atenta durante los 40 días de cuaresma para meditar y hacer reflexión de sus vidas.

Sus hijos ya son grandes, pero tienen nietos. Una parte fundamental, para esta pareja, es que sueñan con que algún día sus nietos aprendan y fortalezcan su fe católica reflejada en la Pascua de Resurrección.

“Celebramos en familia en la Vigilia Pascual tratando de sentir esa Resurrección del Señor en nuestros corazones; al día siguiente estamos en casa y tratamos de compartir un almuerzo o cena en familia para celebrar también que Cristo ha resucitado; hacemos dulces o arroz con leche o una cocada, eso es parte de lo que sentimos, de la alegría de la Resurrección”.

Por otro lado, agrega Diana, le gustaría que cuando ella y su esposo no estén en este mundo, sus nietos puedan llevar ese mismo deseo de participar de la eucaristía, que ellos sientan ese mismo gozo, poder legar esa convicción de que el Señor resucita entre nosotros para que volvamos a ser bautizados en él y en su amor.