En lo alto de una de las lomas, del barrio de Alcalde Díaz, se divisa imponente este templo que acoge cada domingo a cientos de personas que acuden para participar de la Eucaristía, y que tiene como patrona a la Virgen de la Medalla Milagrosa.
Por Karla Díaz
“Trabajar con el corazón” es lo que ha impulsado el crecimiento en el caminar pastoral de la Parroquia Medalla Milagrosa de Alcalde Díaz, donde los fieles hacen comunidad y trabajan de la mano para llevar el mensaje de amor de Cristo a quienes más lo necesitan.
Son 11 capillas en las comunidades apartadas de la parroquia las que son atendidas por los Delegados de la Palabra, y los 4 sacerdotes Verbitas, entre ellos, el párroco Mikhael Malik quien lleva ya 7 años al frente de la misión parroquial.
Una comunidad organizada y con muchos grupos pastorales. Cada uno con su coordinador y subcoordinador, los cuales se reúnen cada mes para hacer planes, evaluaciones y todo lo que tiene que ver con el caminar pastoral que se desarrolla en cada uno de los 11 puntos que atienden. A eso le suman las nuevas barriadas que se han creado en donde no escatiman esfuerzos para que llegue nuestra Iglesia Católica con el Evangelio.
Cuentan también con el apoyo de las Hermanitas de la Anunciación; 3 religiosas que se entregan a las comunidades, y junto a los sacerdotes y los delegados cubren el trabajo.
El padre Mikhael destaca que la parroquia es lo que es gracias a la feligresía que se distingue por el ánimo con el que realizan el trabajo.
“Son ellos con su energía y su participación los que hacen que este templo funcione; son laicos que hacen caso, se dejan guiar y están siempre en constante formación”, dice.
No es que llegan a cada comunidad y animan, sostiene el sacerdote, es que en cada una de las capillas hay un comité con coordinadores que trabaja de la mano con los fieles. Hacen sus actividades espirituales y económicas para sostener sus capillas, y la gente llega y participa, pero desde la parroquia hay que impulsar mucho ese trabajo.
Durante la semana pasada, por ejemplo, hicieron un recorrido especial con la Virgen María de comunidad en comunidad. “La Virgen recorre las casas y se queda en la comunidad de 3 a 4 días, y luego parte hacia otra comunidad, de modo que todos participan animados”, señala el párroco.
El secreto, dice el padre Mikhael, está en la buena formación de los laicos. “Tenemos misa diaria en la parroquia; las 11 comunidades los domingos también tienen su misa y en la semana también celebramos”, destaca.
Evangelizar sin fronteras
En el sector de Alcalde Díaz cuando se habla de los sacerdotes del Verbo Divino, todos saben que no son panameños. “Por lo general venimos de África o Asia. La gente comprende que no hablamos bien, se acostumbran y nos acogen, y ver eso en una comunidad es muy bonito porque se nota que los fieles trabajan para Dios y con mucho amor”, dice el padre.
Esto lo confirma Lina Urieta de Delgado, quien participa en este templo desde hace ya 40 años. Es Delegada de la Palabra desde el 2009, y visita junto a otros 7 Delegados más todas las comunidades.
“Un día me invitaron para ser coordinadora de una de las capilla y, aunque me dije a mi misma que era muy pronto, afirmé que sí. Desde entonces he seguido con todos los sacerdotes que han pasado por aquí. Recuerdo con mucho cariño al Padre Federico y a monseñor Edgardo Cedeño, que fue párroco aquí y conformó muchas pastorales”, dice.
Agrega que ser parte de esta parroquia, entregarse a ella y a su gente, es parte de su vida, y que sin eso, faltaría algo. “Me alegra, me llena. El Padre nos involucra cada vez más y siempre decimos que sí, porque nos necesita”, acota.
También extiende una invitación a que conozcamos nuestra iglesia, porque eso es parte de lo que nos falta. “Hay que involucrarse para conocerla, saber de sus costumbres, su historia su vida, la vida de Jesús, de María, y así ir enamorándonos cada vez más para poder participar, porque nadie no quiere participar en algo que no conoce”.
Acompañar a mi esposa es una bendición
Rafael Delgado, esposo de Lina, señala que la unión que una vez hizo Dios en sagrado matrimonio se hizo más fuerte desde el momento en el que empezó a acompañar a su esposa en su misión como Delegada de la Palabra.
Y es que, aunque él no lo es formalmente, siempre va de la mano con su esposa, acompañándola a todas las comunidades a la hora que sea, cada domingo.
“Si Dios nos unió y nos acompaña, es nuestro deber servirle todos los días de nuestras vidas. Yo acompaño a mi esposa desde muy temprano los domingos a capillas en donde no pensamos que la gente va a llegar, pero se llenan”, destaca.
Ama ver cómo su esposa se prepara para llevar el Evangelio, comparten las ideas, y buscan que los hermanos comprendan de forma sencilla el mensaje.
Las experiencias en estas visitas le han marcado, sin embargo, una en especial fue que luego de hablarles sobre el amor de Dios, pudo ver cómo las personas lloraban por lo hermoso de aquel mensaje… “muchas veces estos hermanos sólo necesitan una palabra, una oración, una orientación para ser felices”, señala.
Ser testimonio es primordial
Son muchos los fieles que entregan su vida y su trabajo en esta parroquia, pero muchos no estaban casados por la Iglesia. Mirando esta realidad, el padre Mikhael tuvo la idea de abrir un espacio para ellos y convocar a una boda comunitaria, a la cual respondieron positivamente 13 parejas que recibieron el sacramento hace 2 semanas.
“En la vida de la iglesia si somos agentes de pastoral, el sacramento es algo que tenemos que tener, pues si eres pareja, hay que dar el ejemplo y ser testimonio, hacer las cosas bien”, destaca el padre, quien junto al resto de la comunidad se siente feliz y satisfecho de haber logrado que estas parejas se unieran en matrimonio, luego de recibir la correspondiente formación.