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La Basílica Menor Don Bosco y la parroquia Cristo Redentor se convierten en Templos Jubilares

La Basílica Menor Don Bosco y la parroquia Cristo Redentor se convierten en Templos Jubilares

Monseñor José Domingo Ulloa abre los Templos Jubilares de la Basílica Menor Don Bosco y la parroquia Cristo Redentor el Miércoles de Ceniza, permitiendo a los peregrinos ganar la indulgencia plenaria en este Año Santo.

 

Por Redacción

La jornada del Miércoles de Ceniza marcó el inicio de la Cuaresma con la apertura de dos templos jubilares en la Arquidiócesis de Panamá. Exactamente a las 8 de la mañana, Monseñor José Domingo Ulloa, arzobispo metropolitano celebró la Eucaristía en la parroquia de Santa Ana, como preludio de un día de profunda reflexión y fe.

Signo de conversión y renovación espiritual.

A las 11 de la mañana, presidió la ceremonia en la Basílica Menor Don Bosco, que fue declarada Templo Jubilar, siguiendo la bula de convocación del jubileo ordinario La esperanza no defrauda del Papa Francisco. Este espacio se convierte en un lugar de gracia, conversión y renovación espiritual para los fieles.

Monseñor Ulloa destacó en su homilía que este es un «tiempo fuerte» que prepara a los fieles para «celebrar la pasión, muerte y resurrección de Jesús», subrayando que la Iglesia, como madre y maestra abre sus brazos para acoger a todos, especialmente a los que están sumidos en el pecado, ofreciendo la posibilidad de la reconciliación.

Fieles atentos a la homilía de Monseñor Ulloa en la Basílica Menor Don Bosco.

“Hoy también la Iglesia nos quiere repetir que no hay nada que Dios no esté dispuesto a perdonar en la vida de cada uno de nosotros”, afirmó.

Mencionó que este jubileo también está dedicado a los divorciados vueltos a casar,  explicó que pueden acudir al Tribunal Eclesiástico para comenzar su proceso de nulidad; a aquellos que han estado unidos por muchos años y solo les falta sacramentalizar su unión; y a los que tienen muchos años sin confesarse.

Fieles de la parroquia Cristo Redentor.

El arzobispo también recordó que el propósito del jubileo es compartir las gracias de Cristo y reflexionar sobre la necesidad de la misericordia divina.

«Nos toca a nosotros tomar en serio esta cuaresma del 2025», expresó, haciendo un llamado a practicar el perdón y a vivir el ayuno, la oración y la limosna de manera auténtica.

 

En su homilía reflexionó sobre la práctica del ayuno en la actualidad, destacando que “el ayuno no ha pasado de moda”.

 

Preguntó a los fieles, “¿de qué cosas he de ayunar en este siglo XXI?” y propuso un ayuno significativo: “Ayuno para ayudar a mis hermanos más pobres, nuestra comida debería ser sobria. Los viernes hacen extravagancia de mariscos, ¿ese será el ayuno que Dios quiere?”. Alentó a los fieles a ayunar de actitudes destructivas, como «retuitear mentiras, el uso excesivo del WhatsApp o hablar mal del otro», invitando a un ayuno que transforme el corazón y las acciones.

Por la tarde, cientos de fieles peregrinaron desde la entrada de Paraíso hasta la parroquia Cristo Redentor en San Miguelito, participando en una emotiva procesión que marcó el inicio de este jubileo.

La apertura de ambos templos jubilares, con el canto de las letanías a los santos y la aspersión de agua bendita, invita a los fieles a ganar la indulgencia plenaria y experimentar la misericordia de Dios en este tiempo especial de conversión.