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La iglesia colonense y su gente servidora

Según el Padre John Carney, de la Parroquia Medalla Milagrosa, las misiones son una forma de llegar a los que están un poco alejados del evangelio. Los misioneros se organizan por zona pastoral y posteriormente por parroquias. Las zonas rurales y semirurales han tenido más aceptación que el área urbana.

Los misioneros de CONAM (Coordinación Nacional de Animación Misionera) tienen una importante participación con talleres en la fase preparativa de misioneros locales (laicos en su mayoría).

Además, “los que participan en las misiones sienten la necesidad de seguir buscando momentos para ser ‘Iglesia en salida’”, destacó el padre. Durante las visitas, muchos misioneros son recibidos con cordialidad y respeto con comentarios positivos sobre las visitas, otros no abren sus puertas. En general, el efecto deja marcado la inquietud de seguir visitando hogares.

El Padre Carney recuerda que años atrás, CONAM enfatizaba las fases de Pre-MISIÓN, MISIÓN y Seguimiento. Aunque esta estructura estaba en el fondo de los preparativos y realización de la Misión, no se ha visto un plan coordinado de seguimiento en las Zonas Pastorales en general. Inclusive se suspendió la Asamblea Pastoral programada en dos fechas del 2019, año de jubileo diocesano, sin embargo, ha sido programada para los días del 27 al 31 de enero de 2020, con la esperanza de que sea un encuentro que marca un año de la visita del Papa Francisco para JMJ 2019 y que será una oportunidad como Diócesis de revisar y determinar pasos para ser Iglesia que camina con los empobrecidos e indefensos en Colón, laicos, religiosos y clero unidos.

Para ayudar a los colonenses, el Padre Carney recomienda: ir a sus hogares, centros educativos, grupos eclesiales y seglares, inclusive el Centro Penitenciario Nueva Esperanza y Centro de Custodia Basilio Lakas. Tratar de ser Iglesia que promueva valores de vida familiar y ofrecer a los jóvenes espacios de apoyo, especialmente en su formación catequética.