¡Muchos de ustedes lo han visto! Tal vez esa persona tenía problemas familiares, amorosos o económicos…tal vez sufría de un mal que muchos sufrimos y que es más común de lo que pensamos…desesperanza. Pensar que nada cambiará, sentir la ausencia de Dios en tu corazón, que no hay nada nuevo por venir.
Es curioso y hasta causa impotencia cómo, videos como este, se reproducen como pólvora por redes sociales y aún más curioso ver cómo ninguna persona se acerca a este ser humano que no está actuando, y está a punto de hacer y nadie se acerca para intentar ayudar.
Muchos dicen que gritaban ¡no lo hagas! No sabemos si fue así, y tal vez nunca lo sabremos. Tal vez pensemos: “Si yo hubiera estado ahí, me hubiera acercado”. Eso tampoco lo sabremos porque en el momento todos actuamos de maneras diferentes; pero hoy les puedo decir con seguridad que muchas personas se encuentran en el vacío que estuvo esta misma persona y por ello, lo importante es que como decía San Francisco de Asís, nadie se vaya de nosotros sin haber recibido un poco de amor de Dios que habita en nosotros, si Dios nos lo ha dado gratis no es para quedarnos con él.
Lo importante es que una mirada, una sonrisa, una palabra de aprecio a todos los que están a nuestro alrededor puede ser un gran cambio para cualquiera que aunque no sepamos, esté pasando una situación similar a esta persona.
En estos momentos nos queda ser prudentes y evitar seguir reproduciendo y enviando estos videos y fotos de lo que sucedió por respeto al alma de esta persona y de sus familiares, también, orar por su alma y por todas las personas que se encuentran en esta misma situación. ¿Nuestra misión? Dar amor sin importar a quién y brindar esa esperanza que el mundo ha perdido sin importar las consecuencias.