Desde la celebración de la Vigilia Pascual hasta la procesión del Resucitado, Monseñor Ulloa exhortó a los feligreses a ser portadores de alegría a los más pobres, desesperanzados y a los descartados que viven en las periferias.
Marianne Colmenárez
“¡Sin Pascua no hay Futuro!, esta fiesta hemos de vivirla con un firme propósito de que otros sientan que Cristo vive en nosotros; que las personas lo puedan percibir en nuestro ánimo, en nuestra paz, en la caridad concreta con quien más lo necesite”. Es la exhortación que manifestó Monseñor José Domingo Ulloa, arzobispo de Panamá en su homilía del Domingo de Pascua.
Tanto en la vigilia del sábado como la eucaristía del domingo, la Catedral Basílica Santa María la Antigua se vio inundada de fieles, quienes atentos recibieron el llamado de dejar a un lado las preocupaciones, para tener ese encuentro con Cristo Vivo.
“Jesús no quiere anunciarse como resucitado a partir del sepulcro vacío… pues los ángeles envían a todos a Galilea. Jesús no funda su resurrección en una tumba vacía, sino en el encuentro real y personal de sus discípulos con él”
Explicó que en el contexto actual, Galilea es el escenario de la cotidianidad, del trabajo, de la familia, nuestro barrio y de la amistad.
“Esta es la gran noticia que da sentido a nuestra vida. La convicción de que Cristo Jesús, aunque no lo veamos, está vivo y nos acompaña en nuestro camino” dijo.
Responsabilidad ciudadana
Ante el contexto del inicio de la próxima campaña electoral, el Arzobispo Metropolitano invitó a los fieles a tomar conciencia de su misión desde el el papel que les corresponda asumir.
“De los candidatos necesitamos plataformas claras y coherentes, así como un sincero respeto a los contrincantes. De los partidos políticos, que presenten sus mejores candidatos y eviten campañas dispendiosas. A los órganos electorales, se exige transparencia e imparcialidad y a los medios de comunicación, verdad y equidad” afirmó.
Destacó que a los electores les toca la gran responsabilidad de discernir entre los candidatos. Les exhortó a evaluar, cuál reúne el mejor perfil para el cargo al que es postulado, considerado su preparación; trayectoria familiar, transparencia en el manejo de recursos económicos; que sea promotor de solidaridad, participación y defensa de los derechos humanos fundamentales, entre otros valores.
Alegría del pueblo
Desde el Sábado Santo, la Vigilia marcó el inició de la Pascua. Monseñor José Domingo Ulloa llevó a cabo el rito del fuego a las afueras de la Catedral, encendió el Cirio Pascual y luego los fieles entraron en procesión con sus velas encendidas para cantar el Pregón Pascual.
También durante la liturgia se realizó la bendición del agua y de la pila bautismal.
Entre los fieles se encontraban dos comunidades Neocatecumenales que celebraron la culminación de su itinerario después de varios años de Camino.
Luego de la celebración eucarística del día domingo, los fieles acompañaron en procesión la imagen del Cristo Resucitado que salió de la Iglesia San Francisco de Asís, para encontrarse en la Catedral Metropolitana, con la Virgen de Gloria que partió desde la Iglesia Nuestra Señora de la Merced.