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“No dudemos en socorrer a los que han partido y en ofrecer nuestras plegarias por ellos”

“No dudemos en socorrer a los que han partido y en ofrecer nuestras plegarias por ellos”

Desde la Capilla del Santuario Nacional el Arzobispo de Panamá celebró eucaristía en conmemoración de los difuntos.

 

Por Marianne Colmenárez

“Si ayer la iglesia peregrina se unía a la iglesia triunfante hoy la Iglesia, que militamos aquí en la tierra, hace comunión con aquellos que están en presencia del Señor y se están purificando en él” manifestó Monseñor José Domingo Ulloa Mendieta, arzobispo de Panamá en la misa celebrada este jueves 2 de noviembre por los fieles difuntos.

Destacó en su homilía que esta conmemoración va más allá de un mero recuerdo que se queda en una ofrenda de flores para adornar la tumba de nuestros seres queridos. “Es sentir que está viva una unión espiritual con aquellos seres que amamos… sabemos que viven, porque nosotros tenemos esperanza de vida eterna”.

Por esta razón, esta conmemoración se convierte para los creyentes en oración, confiada en la misericordia del Padre en cuyas manos se han puesto a quienes han partido.

 

«Una flor sobre su tumba se marchita, una lágrima sobre su recuerdo se evapora. Una oración por su alma, la recibe Dios.” San Agustín

 

 A estas oraciones se les llama sufragios

Agregó el Arzobispo que la oración es la intercesión para obtener la misericordia de Dios, pero al tiempo es acción de gracias por el regalo que en vida tuvimos en aquellos seres que nos amaron y a quien nosotros amamos, y acción de gracias por la fuerza que en el Señor recibimos para vivir el dolor de la separación.

 

“Jesús promete vida eterna para quienes en El ponemos toda nuestra fe y nuestra esperanza. ‘Quien cree en mí, aunque haya muerto vivirá… y el que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre’” afirmó.

 

En su mensaje explicó que cuando una persona muere ya no es capaz de hacer nada para ganar el cielo; sin embargo, los vivos sí podemos ofrecer nuestras obras para que el difunto alcance la salvación.

Aseguró que el mejor sufragio es ofrecer la Santa Misa por los difuntos y que la Iglesia recomienda la oración, las limosnas, las indulgencias y las obras de penitencia para ayudarlos a hacer más corto el periodo de purificación y puedan llegar a ver a Dios.

“No dudemos, pues, en socorrer a los que han partido y en ofrecer nuestras plegarias por ellos” exhortó Monseñor Ulloa.