No hay tregua en esta batalla por la Vida

No hay tregua en esta batalla por la Vida

Eduardo Soto P.

Termina el mes que la nación panameña le dedica a la familia, con especial énfasis en la última semana, que incluye un día exclusivo a la figura del papá.

Fue un mes de intenso trabajo a lo interno de la Iglesia Católica y otras comunidades de fe, pero que en los medios de comunicación tradicionales –y hasta en los canales de cable,– no tuvo eco, todo lo contrario: se dedicaron a poner en reflectores la ideología de género que ha estigmatizado y atacado la idea de la familia tradicional.

¿Qué dice el laicado?

Eloy Frías es un aspirante a diácono, viudo, de la parroquia Guadalupe en La Chorrera, con tres hijos, quien asegura que hay esperanza “si nos educamos todos en la Verdad” y desde la Verdad empezamos a discriminar lo que aparece en los diversos medios de comunicación comerciales.

“¿Cuánta verdad puede haber en las películas y otros productos de la televisión, la radio, los espectáculos y los servicios Streaming que por un lado endiosan y por otro minimizan los peligros que se esconden en la prostitución, la homosexualidad, las drogas y la violencia?”, pregunta Eloy.

Y añade: “Esas informaciones que recibe por los medios de comunicación alteran al ser humano, y esto debido a que nuestra sociedad se ha alejado de la Plena Verdad sobre el hombre. El hombre no conoce al hombre como tal, sino como enemigo”.

Esperanza
  • La familia es y será siempre el eje fundamental de la sociedad, señala Hermes Cerrud, de la parroquia San José de Paraíso.
  • Es la base de la comunidad cristiana añade Hermes.
  • Cerrud, aspirante al diaconado, sostiene: Solo mediante la familia se combate tanta violencia, y desintegración.
  • Hoy hay familias comprometidas con el bien común y la familia. No todo está perdido.

Frías termina poniendo el dedo en una llaga que ha estado abierta por mucho tiempo: la educación.

“La educación no es un negocio como muchos quieren hacer pensar. El educador es una persona que engendra, en sentido espiritual, y no un comerciante de conocimiento. La educación es un apostolado”, dice.

De acuerdo al aspirante a diácono, “la familia tiene cómo salir adelante, siempre y cuando el padre y la madre garanticen que exista una relación de amor entre ellos y sus hijos. Esto se pierde cuando los integrantes de la familia no se forman en la Verdad”.

VOLUNTAD DIVINA. “Varón y mujer los creó y les dijo: Sean fecundos, multiplíquense, llenen la tierra y sométanla”. (Foto Drew Hays)

Amenazas

El padre Jhalmar Broce, asesor del programa Encuentro de Novios, y párroco en Villa Lucre, es enfático en señalar a la tecnología y los medios de comunicación como amenazas.

“La tecnología y los medios de comunicación están siendo usados para promover la individualidad y el egoísmo, la codicia, y la ambición que nos lleva a agredir a la familia”, señala el sacerdote.

Pero el padre Jhalmar no desespera. Indica que “en la familia es donde se puede cultivar el amor y no la competencia desmedida. Amor entre esposos, padres a hijos, hijos a padres y hermanos entre ellos”.

“Vivimos desde la Palabra de Dios. El hombre inteligente es capaz de tomar decisiones maduras a partir de esa Palabra, decisiones que no afecten ni destruyan la unidad de la familia”, explicó.

El padre Broce dice que, a pesar de los ataques y la falta de caminos aparentes, “no podemos perder la esperanza en las potencialidades de la familia”.

“Cuando hay decisiones maduras, no hay nada ni nadie que pueda irrumpir en la relación”, indica, y advierte “los que deciden iluminados por Dios y por el bien común, a pesar de las presiones sociales– descubrirán el valor de la familia”.

En contra

Durante todo el mes de la familia, los grandes medios de comunicación comerciales hicieron lobby en contra del modelo tradicional de familia y en favor de la ideología de género.

DEFENSA. El compromiso está en continuar de pie como familia, a pesar de las embestidas de quienes se oponen a Dios.

El padre Broce de manera rotunda se opone a esta idea diciendo: “entendamos que no hay paternidad sin maternidad, ni maternidad sin paternidad, y juntos son la base de la familia”.

La abogada María Olimpia de Obaldía, presidenta entrante en la Alianza Panameña por la Vida y la Familia, indica que uno de los peligros actuales más grave es “la banalización del amor”.

“El concepto Amor es tal vez una de las palabras que ha sufrido una de las reducciones más significativas en su contenido”, subrayó, mientras agrega: “se reduce a puro sentimentalismo, atracción física o reacción bioquímica, y se ha sexualizado tanto que no lo decimos entre amigos”.

“Nadie puede decir que no se le dijo, que no se le advirtió y no se le encaminó. Quien tiene hambre busca qué comer, y el que tiene sed, busca de beber”.
Padre Jhalmar Broce

“El amor ha quedado reducido a un sentimiento que muta, que no está vinculado a la voluntad ni a la inteligencia, y entonces las personas no se comprometen indefinidamente con alguien ni con algún proyecto”, explicó María Olimpia.

Sin embargo, si a pesar de eso, llegan a unirse a otra persona, van a preferir mantener su yo desvinculado de la otra persona”, ahondó la presidenta de la Alianza, quien añade que “todo se reducirá a un roce epidérmico, al contacto sin compromiso, lo que se traducirá a una casi total falta de comunicación con la pareja y con los hijos”.

María Olimpia avanza en la idea y sustenta que esto produce “una falta de capacidad para definir roles y, en consecuencia, una desintegración de la familia”.

¿Cuál es la causa de todo esto?, pregunta De Obaldía, e inmediatamente ella misma ofrece la respuesta: “pues que hemos sacado a Dios de nuestras vidas; hemos sacado a Dios de nuestras casas; de nuestros colegios; de nuestros trabajos”.

EN LA ROCA. Si quieres avanzar seguro por la vida, hazlo de la mano de tu familia, escuela de amor y perdón.

Seguir trabajando

Pera el sacerdote Eusebio Muñoz, asesor espiritual del Movimiento Familiar Cristiano, “los hijos necesitan a un padre y a una madre que los estén esperando en la puerta, cuando vengan de regreso de sus fracasos”, en un símil de la parábola del hijo pródigo, y eso no va a cambiar.

“Aunque no lo quieran admitir, los hijos necesitan de un papá y una mamá. Cuando no es así, se abren heridas difíciles de sanar”, sentenció el sacerdote.