Los 1000 observadores con los que cuenta la iglesia a nivel nacional deben enviar información de los procesos que se están desarrollando, al inicio, durante el mismo, y en el momento del escrutinio.
Por Karla Díaz
Una de las lecciones aprendidas en el ejercicio electoral, a través de la iglesia católica, es poder reconocer la riqueza que tenemos en cuanto a la participación de los laicos y su compromiso de servicio por el bien común, inspirados por la fe.
Por más de 30 años, la Iglesia Católica, a través de la Comisión de Justicia y Paz, ha realizado la Observación Electoral, formando a más de mil observadores a nivel nacional. Para los próximos comicios electorales lo volverán a hacer, por lo que ya se están captando coordinadores diocesanos, nombrando un equipo de apoyo en temas de educación, logística y comunicación e iniciando diálogos con instituciones nacionales e internacionales para desarrollar un diplomado de Observación Electoral, en convenio con la Universidad Santa María la Antigua.
Custodios de la verdad
Uno de los principales esfuerzos realizados para democratizar y perfeccionar el proceso electoral, se centra en el fortalecimiento legal y técnico de los organismos electorales, pues son ellos los llamados a ser los custodios de la voluntad popular expresada en las urnas.
Con la observación lo que se busca es contribuir a que el proceso electoral sea democrático, lo que sin duda, no da paso al fraude electoral o las prácticas irregulares en gran escala, y de esta forma asegura la confianza pública en el acto electoral.
La licenciada Maribel Jaén, directora de la Comisión de Justicia y Paz, señala que la Observación Electoral es un mecanismo de participación ciudadana con el objetivo fundamental de mirar, de manera independiente, todo el proceso de escrutinio en Panamá, el día de las elecciones.
“Es interesante que en las últimas reformas al Código Electoral se reconoce la Observación Electoral. Además, la Comisión de Justicia y Paz forma parte de la red de Observadores de la Sociedad Civil, y juntos generamos confianza, eso que el pueblo necesita para estar seguros de que los procesos se están desarrollando como lo establece la ley y los reglamentos”, destacó.
¿Qué es lo que se observa?
El Observador ve cuando inicia el proceso electoral, que estén todas las personas, los jurados de mesa, los representantes de los partidos políticos, que se cumplan las normas e inicie a la hora que corresponde, que se tengan a mano todos los materiales, que estén todas las urnas y las papeletas en su posición, y que todo en el centro de votación esté en orden.
“No es un mediador, no es un miembro de mesa, no es una autoridad competente; es un voluntario que presta un servicio como un aporte a la democracia y al ejercicio electoral”, resaltó Jaén
Si el observador mira anomalías, lo registra, y si hay faltas graves, se les orienta a través de un equipo de abogados para que sepan lo que deben hacer. Observa, registra e informa para que el proceso se desarrolle de la manera más armónica y en paz posible.
¿Cuál es el perfil de un observador?
Un observador debe ser un laico comprometido y sensibilizado sobre la importancia de la participación ciudadana, debe ser mayor de edad, que no sea militante activo de ningún partido político. Debe ser, además, una persona de respeto en su comunidad y gozar de credibilidad ante su presencia en un centro de votación.
El observador siempre estará identificado con su chaleco blanco, gorra y gafete.
Anhelamos elecciones transparentes
“La observación electoral es sinónimo de apoyo a la tarea y responsabilidad del Tribunal Electoral, en garantizar elecciones transparentes, en una jornada que puede tornarse agresiva y violenta, incluso entre miembros del mismo partido, por eso es importante el rol que juega nuestra iglesia, acompañando este esfuerzo”, dijo monseñor Rafael Valdivieso Miranda, presidente de la Conferencia Episcopal Panameña (CEP).
Es un anhelo que los procesos electorales se lleven con madurez, respeto y sinceridad, entre los aspirantes a algún puesto político, en este caso al de Presidente de la República que es en donde más presencia se ve de Observadores Electorales.
El también Obispo de Chitré, en su llamado a los medios de comunicación, pidió que procuren promover a esos candidatos que muestren valores de honestidad y respeto, y a pesar de que se den diferencias de opiniones políticas, sientan esa llamada de acompañar al país, teniendo conciencia de que no tenemos enemigos, sino que el oponente político siempre es mi hermano.
“Ojalá que todos los medios de comunicación traten siempre de educar e ir sembrando en la conciencia del pueblo, el poder alcanzar unas elecciones maduras para que se desarrollen en un ambiente de respeto y fraternidad, buscando siempre lo mejor para nuestro país”, manifestó.
La observación electoral puede servir a diferentes objetivos, todos relacionados de alguna manera con el propósito de contribuir a la legitimidad y generación de credibilidad en un proceso electoral determinado. Por eso, la iglesia católica hace parte una vez más, comprometiéndose con los ciudadanos panameños a visualizar las irregularidades que puedan afectar la integridad de las elecciones.