Los guadalupanos han aprendido que la fe, no es solo una palabra, se manifiesta con acciones concretas en el templo y sirviendo al prójimo. Y no es tener dinero, sino tiempo, sabiduría y dedicación a las cosas de Dios.
Por Mileika Bernal
En la parroquia Nuestra Señora de Guadalupe, en La Chorrera, hay ambiente de fiesta. Los motivos son muchos, la conclusión de la catequesis familiar, confirmación, catequesis de adultos, las actividades para recaudar alimentos, pero lo más significativo y que marca la diferencia en el mes de diciembre es la celebración de la Fiesta de la Virgen de Guadalupe el 12 de diciembre.
Pastoral Social
Para el doctor Exar Ayala, miembro de la Pastoral Social, servir en la Pastoral Social es la gran “oportunidad que tengo de practicar todo lo que habla el evangelio”.
Sostiene que la dimensión social de la Iglesia, en particular la Pastoral Social, es el punto de convergencia de toda la energía, la vida, de ese alimento que nos da la Eucaristía y luego alimentado, nutrido y fuerte hago realidad el evangelio.
Reflexiona en que es inconcebible ser «cristiano» y llegar hasta el culmen sacramental que es la eucaristía y luego nada. Es como recibir un curso de repostería y luego nunca hacer un pastel. La razón social del cristiano es servir. Otro razonamiento estaría incompleto, si no servimos al otro.
La dimensión social de la Iglesia, en particular la Pastoral Social, es el punto de convergencia de toda la energía de la parroquia Nuestra Señora de Guadalupe.
La juventud activa
Los jóvenes guadalupanos no se quedan quietos. Saben hacer su papel muy bien dentro de la parroquia, organizan noches de alabanza, reflexionan en la adoración del Santísimo, son activos en la pastoral de comunicación y siempre se les ve como hormiguitas aportando a la parroquia.
Edwin Peralta es un joven catequista de confirmación, dice que vivir activamente en las cosas de la iglesia, es la manifestación del amor de Dios para él. Dios nos permite estar cerca de él, a través del servicio de los más pequeñas a los jóvenes.
“Me siento bendecido cuando pienso en que nuestro Padre me dice “Hijo te quiere sirviendo a los demás y yo estaré contigo”.
Catequesis familiar
Milagros del Carmen Lao es una madre de las que participa en la catequesis familiar, una modalidad donde no solo participan los niños que van a hacer la primera comunión, sino que participan los padres de familia.
Sostiene que vivir la catequesis al lado de su hija fue una experiencia muy bonita, acompañarla en la formación para la primera comunión fue un aprendizaje y enseñanza, sobre todo a llevarlos por el camino de la fe.
“En la catequesis familiar se tocan muchos temas de realidad actual y eso me sirvió para encontrar la forma explicarle temas a mi niña que veía difícil como hacerlo, temas que no nos atrevemos a hablar con los hijos, pero que están ocurriendo”.
Visita a los enfermos
Priscila Cianca es agente de Pastoral de Salud de los enfermos. Ella ve su apostolado como una forma de ofrecer compañía a los que sufren, en sus realidades y limitaciones de la vida.
Confiesa que es una manera de relacionarnos con nuestros hermanos que luchan con la enfermedad, no solo desde lo científico o clínico, sino del alma, desde el amor, dándoles o ayudándoles a vivir con sentido y esperanza en el Reino de Dios.
“El recorrido que hacemos todas las semanas, por los distintos sectores de la comunidad parroquial, nos permite sensibilizamos con el que sufre, porque nos enseñan muchas cosas, nos ayudan a descubrir el valor de la vida de lo sencillo y es ahí donde muchas veces podemos ver a Jesús y su misericordia”.
