,

Preguntas cruciales 

Preguntas cruciales 

Esta semana debo dar testimonio de mi fe. No con la boca, sino con mi vida.

 

Jesús en el Evangelio de hoy (Juan 11, 1-45) revive a Lázaro. Ante esta escena, nos queda creer, o no. ¿Creer en qué o en quién? ¿En el milagro en sí, o en la Vida que promete Jesús?

A pocos días de la Semana Santa estas preguntas resultan cruciales. ¿En qué creo yo? ¿Estamos convencidos de Jesús y su Poder? ¿Creo que Él es fuente de vida, que resucitó y que yo también resucitaré? ¿Cómo será esa resurrección?

 

Esta semana previa a la Gran Fiesta del cristianismo deben servir para hacernos este examen de conciencia.

 

Creer en Jesús no es un asunto intelectual, de ideas y ya. Se trata de vivir alegre, de defender la vida misma y los valores cristianos, y hacerlo con alegría y sin tanto formalismo.

Si creo que Jesús revivió a Lázaro, y que luego resucitó Él, y si estoy convencido de Jesucristo, su mensaje y de que también gozaré de esta resurrección, si creo en todo esto, mi vida debe ser diferente a la de aquel que no tiene fe.

En principio, debo vivir sonriendo y dando gracias a cada rato. Esta semana debo dar testimonio de mi fe. No con la boca, sino con mi vida.

Voy a demostrar que no estoy apegado a nada, y que los otros me importan. Me daré a ellos, sin importar que no tengan nada para darme a mí. Seré como Cristo, todo entrega, y todo amor.