Once gremios presentaron sus propuestas y ahora el debate del proyecto de ley se centrará en la Asamblea Nacional, que deberá discutirlo en sesiones extraordinarias.
Por Redacción
A la Asamblea Nacional llegó uno de los temas más importantes de la historia reciente del país: el futuro del sistema de seguridad social, un debate que ha sido pospuesto durante años y que mantiene en vilo a la sociedad panameña.
Luego del fracaso del Diálogo Nacional por la Caja de Seguro Social, convocado en julio de 2021, en un mes y medio, el gobierno del presidente José Raúl Mulino elaboró un compendio con las propuestas de 11 gremios sindicales y empresariales para salvar al Programa de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM).
Esas propuestas fueron enviadas, posteriormente, a la Asamblea Nacional.
Durante su discurso de cierre de las mesas de IVM y Salud, el presidente adelantó algunos conceptos sobre el espíritu del proyecto de ley: la CSS no será privatizada, seguirá siendo autónoma y centrada en el paciente y el asegurado.
Sector empresarial propone tres pilares
A pesar de que los gremios de trabajadores y empresariales han coincidido entre sí en sus propuestas para salvar el IVM, en términos generales las de ambos grupos difieren en su forma y fondo.
Los dos grandes gremios empresariales del país: el Consejo Nacional de la Empresa Privada y la Cámara de Comercio e Industrias de Panamá coinciden en la necesidad de establecer un modelo de cuentas individuales, bajo un esquema de tres pilares.
Coinciden, además, en la urgencia de adoptar decisiones rápidas y bien fundamentadas ante el escenario crítico que muestran las reservas del IVM.
La base de la propuesta del sector privado es que Panamá debe transitar “hacia un sistema de pensiones sostenible, solidario, equitativo, eficiente y universal”, que garantice la protección social y el bienestar de todos los panameños.
Este sector ha propuesto tres pilares esenciales: el primero, solidario no contributivo; el segundo, de ahorro individual, y el tercero, voluntario y complementario.
El pilar solidario no contributivo, aseguran, busca prevenir la pobreza en la vejez, mediante una Pensión Básica Universal de 120 dólares a los 65 años, financiada por el Estado, para las personas que estén en condiciones de vulnerabilidad.
Mientras que el pilar obligatorio de ahorro individual involucra una contribución definida y obligatoria, a través de un sistema de ahorro individual sostenible que será alimentado con contribuciones regulares de trabajadores y patronos.
Y el pilar voluntario y complementario plantea la suma automática de los cotizantes a un sistema de ahorro complementario, con la posibilidad de salidas voluntarias para los trabajadores. Este pilar tiene la particularidad de que los empleadores pueden igualar las contribuciones para mejorar la pensión final.
Voceros del sector empresarial han argumentado que sus propuestas garantizan la sostenibilidad financiera del sistema, el pago de pensiones adecuadas, la equidad, el aumento de la cobertura y una administración transparente y eficiente del sistema.
Trabajadores piden volver al sistema definido
Los diferentes gremios obreros, aglutinados en el Consejo Nacional de Trabajadores Organizados, defienden el regreso al sistema exclusivo de pensiones de beneficio definido, la no privatización de la CSS y el rechazo a las medidas paramétricas.
Reiteraron que las inversiones que haga la CSS deben garantizar un mejor rendimiento financiero, el cobro de la morosidad en la cuota obrero patronal (que supera los $300 millones), el control de la evasión fiscal, el fin de las exoneraciones al sector empresarial y fortalecer los aportes del Canal de Panamá.
Los trabajadores propusieron, además, que las empresas multinacionales aporten un 15% a la CSS para fortalecer el IVM, así como procurar la disminución de la informalidad laboral en el país.
Los diferentes gremios de trabajadores, que incluyen a profesionales del sector salud, sostienen que sus propuestas garantizan un sistema de seguridad social “solidario, universal y protector de los derechos humanos”.
El paquete de los trabajadores abarca 19 reformas institucionales y 10 dirigidas al Programa de IVM.
Los relatores de las mesas de IVM y de Salud aseguran que, a pesar de las diferencias conceptuales de ambos grupos, existe disposición para discutir sus propuestas en el mejor ambiente para llegar a consensos.
Pacientes piden ser el centro de los cambios
La unificación del sistema de salud planteada por el Gobierno ha sido el punto focal de las conversaciones entre los gremios, que participaron en la mesa de salud.
A pesar de que hay diversas posiciones al respecto, en lo que sí están de acuerdo los participantes, es que el Estado debe cumplir con su obligación de dispensar atención de salud a la población y de que cualquier decisión que se tome debe poner a los pacientes como eje central.
En la mesa se plantearon tres elementos: un sistema de integración coordinada, otro de enfoque integrado y el tercero, sobre una red unificada de salud.
El sistema de integración coordinada propuesto se basa en una relación de colaboración entre el Ministerio de Salud (MINSA) y la CSS, instituciones que trabajarían de forma independiente, teniendo como meta una mejor atención a los pacientes.
Mientras que el sistema de enfoque integrado destaca una alineación y combinación de los servicios que prestan ambas instituciones para brindar una atención centrada en el paciente, mediante una fórmula de información compartida.
Y la red unificada de salud propuesta consiste en consolidar en un sistema único los diferentes servicios y departamentos que componen ambas instituciones.
Entre los participantes en esta mesa destacan los planteamientos de los gremios de pacientes, que subrayan que cualquier decisión que se tome sobre este tema debe garantizar una atención de la más alta calidad a los usuarios de la CSS.