Seminario Mayor San José: semillero de vocaciones

Seminario Mayor San José: semillero de vocaciones

Son 24 seminaristas formándose en el Seminario Mayor San José: de Chitré (3), Colón (3), David (2)  y de la Arquidiócesis de Panamá (16). En la modalidad virtual hay 4 que viven en sus diócesis: Penonomé (1), Santiago (2) y Chitré (1).

Yoel E. González N.

En el día de San José Obrero, el Seminario Mayor San José cumple 51 años de arduo caminar ininterrumpido en donde han sido formados cientos de sacerdotes, fruto del trabajo y empeño de sus formadores y de una iglesia que sigue forjando las bases para construir una sociedades integras y llenas del Espíritu Santo.

Su rector actual es el padre Luis Núñez, quien asumió recientemente la responsabilidad de digir la institución, que moldea y preprara a los que en un futuro próximo serán los sacerdotes que atenderán las parroquias.

El apoyo económico para el sostenimiento de esta importante obra retribuye en nuevos sacerdotes.

Y es que el Seminario Mayor San José sigue ejerciendo su papel de semillero de vocaciones, aún en medio de la pandemia, gracias a las oraciones y el apoyo de generosas personas que ayudan en su sostenimiento de esta casa de estudios.

El padre Núñez comenta que, a lo largo de estos 51 años de su reapertura, el seminario sigue enfocando la formación de los seminaristas, según el corazón de Cristo, siempre al servicio de su iglesia, un servicio que se realiza con alegría  y entrega, con sueños como dice el Papa Francisco, pero también como sacerdote visionario.

ACOMPAÑAMIENTO. La comunidad les anima y cuida, principalmente con sus oraciones, pero también con ayuda material.

Explica que formar sacerdotes, según el corazón de Cristo, es todo un proceso que inicia desde la familia, la parroquia, con los grupos pastorales y la oración de todos. “No es solamente formación y acompañamiento de los formadores”, aclara.

Una formación de largo periodo que inicia desde el propedéutico (1 año de introducción), tres años de filosofía y luego 4 años de teología. En total hay actualmente 24 seminaristas en las distintos cursos de formación,

El padre Núñez pide a todos los fieles orar por cada uno de los seminaristas para que perseveren, basados en un discernimiento continuo que reafirme su vocación al sacerdocio; pero también es una obra que requiere de las donaciones para su sostenimiento.

En esta gestión, al frente del Seminario Mayor San José, le acompañan los presbíteros Israel Ramos y José Ramón Rodríguez Rosas (P. Chemita), junto a los formadores.

Vocación, formación y acompañamiento

Manuel Román cursa el cuarto año de teología, formación que le ha exigido horas de estudios, pero también continúa con su proceso de discernimiento, oración y acompañamiemto espiritual.

Considera que la formación académica y el acompañamiento espiritual de los padres formadores ha sido vital, sin duda, un instrumento de Dios en estos años de estar en el seminario. “Se trata de una formación integral donde la parte académica y humana es tan fundamental como la parte espiritual”, agregó.

Carlos Bárcenas estudia el segundo de filosofía, y señala que está feliz y emocionado con seguir este proceso, después de un año de pandemia. “He ido descubriendo la grandeza del don de la vocación y no me arrepiento de haber respondido al llamado de Dios, que me eligió para servirle desde el sacerdocio”, dijo.

Algo de Historia
  1. A lo del siglo XVI, favorecieron la apertura de casas de formación para candidatos al sacerdocio. Desde 1612 hubo diversos intentos y experiencias por abrir Seminarios Mayores en Panamá.
  2. Fue en 1951, durante el episcopado de Monseñor Francisco Beckmann, cuando se reabre en Juan Díaz el Seminario Mayor San José.
  3. En 1965 se traslada e inaugura su nueva sede en Las Cumbres (hoy Colegio Francisco Beckmann), que igualmente es cerrado en 1968, por razones económicas.
  4. Posteriormente, Monseñor Marcos Gregorio McGrath (q.e.p.d.) reabre el Seminario Mayor San José de Panamá, el 1 de mayo de 1970.

Explica que siente que su principal necesidad es estar cerca del Señor, y dedica momentos de silencio a esa relación íntima con Dios, pero también atiende con esmero la formación integral que se ofrece en el seminario.

Abdiel Reyes, del cuarto año de filosofía, confiesa que su vida en el seminario está centrada en su formación espiritual y humana, y por supuesto, en la vida comunitaria. “Se vive un buen ambiente comunitario y aunque podrán haber roces, lo importante es que podamos sobrepasar aquellas dificultades y ser aquel modelo de pastor que la iglesia panameña espera y necesita”, manifestó.

SEMINARISTAS. Además del compromiso académico e intelectual, también tienen tiempo para ejercitarse y jugar.

Juan de Dios Urrunaga cursa el primer año de Teología. Considera que hay una muy buena convivencia. “Cada uno viene de una realidad eclesial diferente y eso enriquece mucho”, comenta.

Reconoce que el seminario ofrece un tiempo de valiosa formación espiritual, humana, académica y pastoral. Pero también se disfruta de un buen paseo, de la lectura de un libro, y de muchos encuentros con Dios en la oración y Eucaristía.

Octavio Vergara estudia el segundo año de Teología, su mayor anhelo es llegar a ser sacerdote. Ha vivido intensamente este tiempo de gracia que Dios le ha regalado y envia un mensaje a los jóvenes que tienen una inquietud vocacional: “Dios llama, no dudes en responderle, no te arrepentirás”.