San Francisco de Asís, dedicó su vida a ayudar, acompañar y guiar a todos los seres vivos, en especial, a los animales, a quienes consideraba sus hermanos menores.
Por Karla Díaz
Son muchas las historias y anécdotas que narran la vida y obra de San Francisco de Asís. Una de las que más se recuerda es la de las bandadas de golondrinas que formaban una cruz sobre los lugares por los cuales él predicaba. Hasta la de un lobo salvaje, que devoraba las ovejas y atacaba a los hombres, dejó de agredir tras ser amansado por Francisco, lo que dejó muestra de su amor por la naturaleza.
Todo esto motivó que la Organización Mundial de Protección Animal instaurara el 4 de octubre como Día Mundial de los Animales. En nuestra iglesia, el Papa Juan Pablo II también valoró su accionar ecológico y, en 1980, lo proclamó Patrono de los Animales y de los Ecologistas.
Pero para los veterinarios, el santo italiano también tiene un significado especial. María Magdalena Atencio, recuerda la sólida formación recibida en el Colegio Internacional de María Inmaculada, plantel en el cual la figura de San Francisco es uno de sus pilares.
Los cantos y poesías en honor al santo de Asís, contaban su historia, su amor por el medio ambiente y los animales, factores que le marcaron y que de alguna manera la llevaron a desarrollar el interés por la medicina veterinaria.
“San Francisco de Asís siempre ha sido una figura especial en mi formación. En el colegio siempre se nos inculcó ese amor que sentía él por los animales, por la naturaleza, y cómo Dios creó todo eso para que nosotros le demos valor y lo cuidemos”, señaló.
Hoy, la médico veterinaria destaca que, a ejemplo de este Santo, es importante que todos tomemos conciencia del cuidado y el amor que debemos tener con los animales y con la ecología, y transmitir esos valores a nuestros hijos y demás familiares, pues al final del día, ellos forman vínculos especiales que los hacen un miembro más de nuestras familias.
“Como veterinaria, animo a los papás y abuelitos a que compartan la historia de San Francisco y transmitan ese mensaje especial de amor a los niños para que cuiden y protejan con valor a sus mascotas”, puntualizó.
San Francisco es la presencia de Cristo en la Iglesia
El padre Jhassir Pacheco, párroco del templo San Francisco de Asís de la Caleta, destaca que este santo nos habla de una opinión clara, concreta y radical por Jesucristo. Una de las cosas más bellas de San Francisco es que se encuentra con Jesucristo o más bien, Jesucristo lo encuentra a él, y en esa experiencia que tuvo ante la cruz de San Damián recibió una llamada -Construye mi iglesia, reconstruye mi iglesia-; Francisco pensaba que era construir un pequeño templo físico y lo que le pedía era otra cosa.
“Lo que pedía era ser un Evangelio viviente y de ese modo desde su propia experiencia transformar la vida de la iglesia en momentos difíciles donde parecía que algunos se olvidaron de Cristo y de la gente pobre”, dijo.
San Francisco salió por esos caminos con los leprosos y decidió entregarlo todo dejando a un lado todas las comodidades de la época, y con ello, destaca el sacerdote, nos recuerda que sí es posible ser hermanos, amar a los demás y ser libres en la pobreza evangélica para vivir aquello que Jesús enseña.
“Hoy San Francisco es un ejemplo de santidad, un modelo para cada uno de nosotros, y nos llama de manera especial recordándonos que lo más bello que tenemos es a Dios, lo que deja bien fundamentado en su saludo -Paz y Bien-, puntualiza.
