El Rector del Santuario del Cristo Negro de Portobelo, el Presbítero Narciso Abrego y la Pastoral de Turismo de Panamá, buscando rescatar la memoria histórica, la identidad cultural, religiosa y como agradecimiento a los fieles por la devoción al Santo, ha encaminado la gran tarea de promover la evangelización y la catequesis de la devoción de Jesús Nazareno, a través de la promoción de un museo comunitario, que tiene ya tres meses de apertura.
Ha sido una ardua labor en la que se han rescatado las piezas de vestuarios que han sido donados las últimas décadas, y se exhiben otras piezas, símbolos de manos, piernas, cuerpo y otros objetos que representan los milagros de peregrinos que llegan al santuario cada año.
Por muchos años este fue el deseo de algunos parroquianos y en especial de nuestro hermano, Benigno Jiménez Q.E.P.D., conocido como “Ricardo” en la comunidad, que siempre manifestó la inquietud de exhibir los vestuarios y objetos que llevan años en un closet, algunos ya deteriorados.
El Padre Narciso Abrego manifestó que durante estos tres meses de apertura, el museo va con paso lento, ya que no se ha podido proyectar como se pensó, pues no se cuenta con un personal idóneo para la atención.
“La frecuencia en la semana es muy baja, al menos que venga alguna excursión programada; los fines de semana es cuando hay más visitantes, y es sorprendente ver a las personas admiradas por los vestuarios, escritos, monedas de diferentes países, milagritos, potencias y todo lo que algunos devotos y peregrinos han ofrecido al Nazareno”, dijo.
El equipo de la Pastoral de Turismo por su parte comentó que han realizado el levantamiento de más de 35 vestuarios con sus debidas fichas técnicas, lo que proporcionará información sobre quienes fueron sus donadores, su diseñador, en qué año fue confeccionado, entre otros datos.
Con una ardua colaboración de la Universidad de Panamá, en la carrera de archivología, se ha logrado que este museo sea el primero en esta categoría en nuestra diócesis. No cuenta con excelentes condiciones como se lo merece el pueblo de Portobelo, pero con la buena voluntad de los visitantes se podrán lograr paulatinamente las metas programadas.
El museo está en busca de donaciones, como por ejemplo, el aire acondicionado para preservar las exhibiciones, iluminaciones, cielorraso, entre otros acabados, para que de esta manera se proyecte en nuestro país este museo como un lugar atractivo y de turismo religioso.
El costo actual de la entrada para los nacionales es de B/.2.00, y para los extranjeros es de B/. 3.00; el dinero recaudado ayudará a sostener y mantener este museo, al que aún le falta mucho por ofrecer a los visitantes.