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Todos somos parte del Sínodo

Todos somos parte del Sínodo

Secretario General del Sínodo explica que este es un acontecimiento que involucra a cada bautizado y no solo a los miembros de la Asamblea.

 

Por Redacción

El 4 de octubre, el papa Francisco abrió la primera sesión de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos “Para una Iglesia sinodal: Comunión, participación, misión”, convocado por el Santo Padre desde el 10 de octubre de 2021.

A partir de esa fecha, la Iglesia Universal se ha puesto en camino para llegar a esta primera asamblea, que se realizará hasta el 29 del mismo mes.

En consecuencia, el secretario general del Sínodo, Mario Cardenal Grech, en una carta a los obispos, ha hecho un llamado a la oración, pues como bien señaló el sucesor de Pedro, sin oración no hay Sínodo.

 

Todos los bautizados están involucrados

Antes que nada, el Sínodo es un acontecimiento de oración y de escucha, que no involucra solo a los miembros de la Asamblea sinodal, sino a cada bautizado, a cada Iglesia particular. Por consiguiente, todos estamos llamados a unirnos en la comunión de la oración y en la invocación insistente del Espíritu Santo para que nos guíe en el discernimiento de lo que el Señor pide hoy a su Iglesia, señala el Cardenal Grech.

 

La escucha

El primer paso de la oración es la escucha de la Palabra de Dios, la escucha del Espíritu, y esa será la primera aportación de cada bautizado.

 

La adoración

El segundo rango de la oración es la adoración. Después de la oración, silencio adorante por el asombro de lo que Dios dice a su Iglesia y por lo que el Espíritu suscita en ella.

 

La intercesión

El tercer rostro de la oración es la intercesión que, como dice el cardenal Grech, no consiste en doblegar la voluntad de Dios a la nuestra, sino en pedir al Señor que ilumine nuestro corazón con la fuerza de su Espíritu de vida, para que sepamos discernir y hacer su voluntad. Interceder es: “me importa, me involucro, me pertenece”.

Rezar por la asamblea sinodal, interceder por todos sus miembros, especialmente el Papa, que a menudo pide que recemos por él, significa realizar el acto más alto de participación, sostiene.

 

En acción de gracias

El cuarto rango es “la oración en acción de gracias, reconociendo la primacía de la acción y de la gracia de Dios en todas nuestras obras y en la vida de comunidad cristiana”, especifica el cardenal.

Así, con la oración de escucha, de adoración, de intercesión y de acción de gracias, toda la comunidad eclesial estará presente en la Asamblea Sinodal, como acontecimiento que concierne a todos los bautizados, expresa el secretario general del Sínodo en su carta.