Con una población católica mayor al 96%, la Semana Santa del distrito de La Mesa es reconocida a nivel nacional. Estas tradiciones propias de la región son realizadas con la ayuda y colaboración de familias y amigos de la parroquia San Marcelo, hogar del Cristo de los Milagros.
Se aprecia el fervor y la devoción de sus feligreses quienes ayudan a arreglar las andas para la procesión; en cada sector llevan a cabo el Vía Crucis donde comparten con cantos y palmas.
Cabe destacar que, en las pro-cesiones se aprecian las andas de Jesús triunfante, la Dolorosa, el Nazareno, la Magdalena, San Juan, El Santo Sepulcro, la Santa cruz, la Purísima, cada una con detalles que además son tomados en cuenta para el Monumento de Jesús Sacramentado.
En esta comunidad se aprecian los cantos escritos para cada momento, las matracas, cocalecas, guitarras y violines y la participación de una juventud animada en el drama de la Pasión, son características de las tradiciones de esta comunidad.
Este año en la celebración se sumó el recorrido del Vía Crucis imágenes de tamaño natural que se apreciaban en la parte más alta del poblado, el Cerro San Cristóbal, proyecto bendecido el martes 16 de abril por un grupo de sacerdotes.
La obra fue impulsada por el dinamismo que le distingue a la Juventud JMJ de la parroquia San Marcelo de La Mesa, elaborado por manos artesanas de la provincia de Veraguas y expuesto para que todos puedan meditar, caminar y vivir junto con Cristo, cargando la cruz del egoísmo, el odio, la guerra el aborto, el hambre y las injusticias propias de la sociedad actual.
El sentimiento y amor a la tierra que los vio nacer aflora en cada momento, a cada instante. Jesús presente en cada paso, en cada canto, en cada lágrima, en cada oración. La esperanza de la resurrección hace única a La Mesa; ciudad de la Eterna Primavera.