Acompañado de fieles de todo el país y hasta de Guatemala, se llevó a cabo la Consagración Episcopal y toma de posesión canónica de Monseñor Luis Enrique Saldaña Guerra, como nuevo Obispo de la diócesis de David.
Redacción
En una emotiva ceremonia en la que participaron once obispos, sacerdotes, religiosas religiosos, familiares y delegaciones de Coclé, Panamá, Guatemala, de las parroquias, movimientos de la diócesis se realizó la consagración episcopal de monseñor Luis Enrique Saldaña, un obispo oriundo de Chiriquí para los chiricanos, este sábado 28 de abril.
Desde que monseñor Saldaña entró al recinto del Centro Deportivo La Basita, fue ovacionado a medida que recorría el lugar y en distintos momentos de la celebración. Se respiró alegría y esperanza durante la consagración, señaló el nuevo obispo de David.
Con rostro alegre y palabras sencillas monseñor Saldaña manifestó su intención de acompañar las necesidades del pueblo, siempre disponible para guiarlo; además pidió con vehemencia: “¡Ayúdenme a ser Buen Pastor!”, afirmando que cuenta con todos para lleva adelante la evangelización en esta porción del pueblo de Dios.
El nuevo obispo de la Diócesis de David dijo ser consciente de la misión y compromiso que asume, el que tratará de ejercer de corazón haciendo vida serena, de servicio con caridad, a estar siempre disponible para acompañar, para animar, para ayudar y fortalecer.
Uno de los momentos más aclamados por los presentes fue el abrazo de paz luego de la consagración episcopal por parte de los obispos, pero el más emocionante fue el abrazo fortísimo de monseñor Saldaña con el Cardenal José Luis Lacunza.
Monseñor Luis Enrique, agradeció al obispo emérito Lacunza, por todo su servicio pastoral brindado durante 25 años a la diócesis de David; por sus desvelos y dedicación; también agradeció a monseñor Rafael Valdivieso Miranda, quien fue el administrador apostólico, durante todo este tiempo de preparación; igualmente la presencia de su numerosa familia, así como a la familia franciscana presente.
Rito de Consagración Episcopal
La Iglesia es rica en tradiciones y simbolismos en este sentido, el rito de Consagración Episcopal tiene signos que expresan la dignidad de su ministerio.
Le correspondió al Nuncio Apostólico en Panamá, monseñor Dagoberto Campos Salas, consagrar al nuevo obispo de la Diócesis de David, monseñor Luis Enrique, invocando los dones del Espíritu colocando sus manos sobre su cabeza, gesto que hicieron los demás obispos.
La unción con el Santo Crisma, la entrega del Evangelio, la colocación del Anillo la Mitra, la Cruz Pectoral y el Báculo fueron parte central en esta ordenación episcopal.
En la homilía monseñor Campos Salas se dirigió a monseñor Luis Enrique con estas palabras: “esta es tu casa y tu familia a la que el Señor te envía para que sirvas con amor y generosa donación, con lealtad, paciencia y humildad como un verdadero padre a semejanza de Jesucristo nuestro Buen Pastor.
También destacó que la verdadera identidad del obispo brota, toma su fuerza y se transforma en testimonio, sólo cuando su punto de arranque radica en ese permanente encuentro personal con Cristo.
Insistió que el ministerio episcopal de monseñor Saldaña debe estar marcado por lo que el Papa Francisco ha expresado: la cercanía con los obispos, la cercanía a los sacerdotes, y la cercanía al pueblo de Dios.
La primera misa del nuevo obispo, se celebró este domingo a las 8 de la mañana en la Catedral San José.