Los padres que ofrecen su apoyo y orientan a sus hijos en cómo aprender de los errores, contribuyen a formar estudiantes con una mentalidad de crecimiento.
Por Karla Díaz
La emoción de ver el fruto del esfuerzo de todo un año escolar, sin duda llega para estas fechas, en las cuales se reconoce y se valora a esos estudiantes que día y noche dedicaron lo mejor de sí para aprender y cumplir con sus obligaciones escolares, siendo parte del Cuadro de Honor.
Una alegría que no es solo para el estudiante, sino también para sus padres y demás familiares que comparten ese orgullo, esa distinción.
Yanine Cristóbal, psicóloga de familia, destaca este aspecto, pues el acompañamiento de los padres es fundamental en el desempeño académico de los hijos, ya sea para bien o para mal.
“Cuando los padres muestran interés en la educación de sus hijos, estos suelen sentirse más motivados y comprometidos con sus estudios. El apoyo puede manifestarse de diversas maneras, desde ayudar con las tareas hasta establecer una rutina de estudio y mostrar una actitud positiva hacia el aprendizaje”, dijo la experta.
Esta implicación constante crea un ambiente de apoyo y confianza, que permite al estudiante afrontar los retos académicos con mayor seguridad y motivación. Además, la comunicación abierta entre padres e hijos facilita la identificación temprana de problemas o dificultades, permitiendo buscar soluciones a tiempo.
Hablando de las emociones
La psicóloga destaca que los padres que valoran los logros de sus hijos y reconocen su esfuerzo, aunque no siempre logren los resultados esperados, fomentan en ellos una autoestima saludable y una mayor resiliencia.
“Y es que de hecho, este tipo de apoyo les ayuda a comprender que el esfuerzo y la dedicación son tan importantes como las calificaciones. Asimismo, los padres que ofrecen su apoyo en momentos de fracaso y orientan a sus hijos en cómo aprender de los errores, contribuyen a formar estudiantes con una mentalidad de crecimiento”, asegura
Y finalmente, esto no solo les ayuda a tener éxito en la escuela, sino que también los prepara para enfrentar los desafíos de la vida adulta.
¿Y si no lo logran, aunque se esfuercen?
La docente Carmen Rodríguez recalca lo importante de conversar y tener una comunicación efectiva con los niños y jóvenes, pues hay algunos estudiantes que tienen buenas calificaciones, pero no el promedio para pertenecer al Cuadro de Honor, y no por eso dejan de ser buenos alumnos.
“Yo, que atiendo niños, puedo decirte que a algunos sí les afecta, sobre todo cuando les falta poquito para llegar al promedio. En ese caso lo que les digo es que no se desanimen y continúen esforzándose, ya que también cuentan con otras habilidades, y que el próximo año lo lograrán”, dijo.
Con ella concuerda la profesora Carmen Carrasquilla, quien ve como muy importante este reconocimiento para aquellos estudiantes que con esmero, sacrificio y dedicación han podido cumplir con los objetivos dentro de los procesos de enseñanza y aprendizaje.
“A los estudiantes que por alguna circunstancia no lo lograron, a pesar de haberse esforzado, les puedo animar a que no dejen de intentarlo. Y a los papás, no desvincularse y brindar acompañamiento para que el próximo año, con un poco más de esmero, lo puedan hacer”, puntualizó.