Darién tiene como prioridad la consolidación del laicado en las comunidades, por ello, en medio de las reuniones de consejo junto a Monseñor Pedro Hernández sintieron la necesidad de empezar un camino de formación especializada, por lo que surgió la idea de formar una Escuela Teológico-Pastoral, poniéndola bajo el patrocinio del Papa Juan Pablo II.
Este proyecto busca incrementar el número de pequeñas comunidades eclesiales a través de una misión permanente dinamizando el anuncio de Jesucristo, para incrementar su comunión fijando criterios comunes para que todos los bautizados de la iglesia en Darién vivan una experiencia comunitaria.
Esta escuela de formación tiene tres etapas: la primera etapa es la conformación de un equipo itinerante que en la actualidad está en proceso. En este equipo participan laicos, sacerdotes y religiosas. La segunda etapa es la realización de seis talleres para unos cuarenta agentes de pastoral, y por último las giras de evaluación junto con los responsables de las zonas misioneras.
Mediante esta formación de agentes de pastoral se busca multiplicar el número de discípulos misioneros en el Darién, capacitando en los grandes ejes que componen esta formación, que son; el eje bíblico, litúrgico, los valores culturales y la espiritualidad misionera.
La formación en la escuela pastoral es mensual; el último fin de semana de cada mes, los laicos de las zonas misioneras, se reúnen en el centro pastoral de Agua Fría
Los primeros encuentros tienen como finalidad profundizar sobre la experiencia humana y la importancia de crecer en una personalidad equilibrada de los laicos comprometidos, de manera que puedan ayudar a otros a iniciar ese caminar, pues desde el análisis de la realidad que se hace en la escuela, es urgente la atención profesional para poder acompañar la madurez humana de los agentes de pastoral.