Una respuesta a la experiencia de la ambigüedad humana.
Todos, alguna vez, nos hemos descubierto contradictorios y ambiguos. Y nos preguntamos: ¿Por qué? El pueblo de Israel experimentó esta contradicción, se hizo la pregunta y buscó una explicación desde su experiencia de vida y de su profunda fe en Yahvé.
La serpiente tienta a que coman del fruto del árbol. Esto quiere decir que en el ser humano y en la sociedad, existen sentimientos ambiguos; al igual que tiene límites, que debe respetar. Estos límites se expresan en el símbolo del árbol.
Pero, la tentación –serpiente– incita a la persona humana a no reconocer sus límites, a creerse autosuficiente y con sabiduría absoluta. ¡Es el pecado original! Es el pecado que da origen a otros; es el cerrarse sobre sí mismo, creyéndose Dios.
Cuando esto ocurre, en vez de alcanzar autosuficiencia, se da cuenta –está desnudo– de que ha perdido su dignidad y que necesita de los otros. Pero, su relación ahora ya no estará marcada por la transparencia, sino por el conflicto.
Los sufrimientos en la vida no son ni castigos, ni pruebas que Dios nos pone, son la constatación de lo que sucede en la vida diaria. El ser humano suda en su trabajo, hay dominio de un sexo sobre otro, la mujer sufre dolores en el parto, etc. El pueblo de Israel no considera estas realidades como voluntad de Dios, sino consecuencias de la desobediencia humana. Ésta es la naturaleza humana y la realidad social.
Pero Dios quiere que en el futuro no sea así; quiere que entre los seres humanos haya relaciones fraternas y armónicas, como simbólicamente se expresa en Gn 2. Por eso, diremos que el paraíso es una esperanza para el futuro.
La Caída
La simbología, claves para entender
Para entender los escritos bíblicos es importante conocer su simbología:
La serpiente: Simboliza la inclinación al mal, al dominio y la injusticia. A los faraones, la sabiduría total; la religión cananea, de cultos en torno a la fertilidad.
El árbol: significa el proyecto de Dios, que debemos respetar y que ha sido manipulado por el hombre.
Pecado: significa errar, perder el camino, romper con el proyecto de Dios y perder la dignidad.
Adán: simboliza a todos los seres humanos.
Eva: simboliza a todas las mujeres, particularmente como fuentes de vida.
EXHORTACIÓN APOSTÓLICA POSTSINODAL
“CHRISTUS VIVIT”
(268-270)
El Trabajo (I)
Los Obispos han señalado que la juventud, llegada la mayoría de edad, “a menudo marca la entrada de una persona en el mundo del trabajo”. Es tema constante de conversación, porque el trabajo es una parte muy importante de sus vidas.
El trabajo define e influye en la identidad y el auto-concepto de un adulto joven y es un lugar fundamental donde se desarrollan amistades y otras relaciones. Permite a los adultos jóvenes satisfacer sus necesidades prácticas, pero aún más importante buscar el significado y el cumplimiento de sus sueños y visiones.
Los jóvenes que no esperen vivir sin trabajar, dependiendo de la ayuda de otros. Eso no hace bien, porque “el trabajo es una necesidad, parte del sentido de la vida en esta tierra, camino de maduración, de desarrollo humano y de realización personal”.
Pero muchas veces, el mundo del trabajo es un ámbito donde los jóvenes “experimentan formas de exclusión y marginación”. En algunos países muchos jóvenes se encuentran desprovistos de las capacidades profesionales adecuadas, debido a las deficiencias del sistema educativo y formativo.