,

Vuelve con más fuerza la misión de la Iglesia católica en Gamboa

Vuelve con más fuerza la misión de la Iglesia católica en Gamboa

Las estructuras que aún quedan de pie están en total deterioro. Las paredes tienen moho, no tiene puertas, ventanas, ni techo, está totalmente expuesta.

 

Por Karla Díaz

El paso del tiempo desmejoró la infraestructura de lo que fue considerado como uno de los más grandes e imponentes templos de Gamboa.  La Iglesia Nuestra Señora del Buen Consejo fue  una de las primeras de  la zona del canal y data de 1933.

Los pocos recursos económicos para mantenerla y la poca feligresía la llevaron al deterioro; el segundo piso que era de madera colapsó y desde ese momento dejó de funcionar. Sin embargo, la fe de los pocos católicos que quedan en el área ha hecho resurgir el deseo de contar nuevamente con un templo digno que les permita reunirse y compartir la Palabra de Dios.

Trabajan en sinodalidad para lograrlo. El diácono Fernando Juárez destaca que desde el año 2016  se realizaron visitas una vez al mes, pero por lo deteriorado del lugar, hacían las celebraciones en casas de familia o en un gazebo que se encuentra frente al cuartel de bomberos.

 

El templo de antes, hoy quedan ruinas.

 

“Este año comenzamos después de un proceso de evangelización y misión permanente en la Parroquia San José  de Paraíso, y decidimos integrar a la iglesia de Gamboa, siempre bajo la  autorización del arzobispo de Panamá, quien por la situación en la que está el edificio, la convierte en capilla, bajo la responsabilidad del padre Oscar Martin”, señala.

Así, desde el mes de enero, empezaron  a hacer la limpieza en la estructura antigua para tenerla un poco habilitada, y empezar a tener algunas celebraciones en un espacio que quedaba cubierto con un pedazo de zinc. En otras ocasiones celebraban en carpas, pero siempre al lado de la estructura antigua. 

Con la primera gran Jornada de Limpieza, en la que participaron vecinos de la comunidad tanto de Gamboa como de Paraíso, y seminaristas de la Parroquia de Santa María se dejó ver el gran deterioro de la capilla.

Sin embargo, esto no fue impedimento para iniciar con  las primeras celebraciones dominicales. Familias que no viven en Gamboa se han solidarizado con la causa y han sido fieles a la voluntad del Señor, tomando muy en serio la misión de reconstruir el templo.

Para  lograr ese objetivo se han hecho actividades como bazares y ventas de comidas; de esta manera se busca la recaudación de fondos y con ello al menos colocar un techo y hacer pequeñas mejoras que estén al alcance de los feligreses.

 

Actualmente, con esfuerzos de los feligreses, se ha colocado un techo temporal para resguardase de las lluvias.

 

Son pocas familias católicas, pero firmes en la fe

Evelyn Castillo, una de las fieles que lleva la bandera en este proceso, destaca que ha sido emocionante todo lo vivido; a pesar de que han tenido momentos  altos y bajos, siempre mantienen la fe y la convicción de que será posible.

“Hay una comunidad que ha sido olvidada, pero aún así, mantienen la esperanza de ver la capilla allí,  para no tener la necesidad de salir a otros sectores a recibir los sacramentos”, asegura.

Son pocas familias las que acompañan, dice; está la familia Almanza, desde Mañanitas la familia Cerrud, de Clayton la familia Ramos, y su familia que también ha sido constante en este proceso.

“Todo el apoyo es bien recibido;  actualmente quisiéramos contar con  la visita de Monseñor Ulloa para que pueda evidenciar las condiciones actuales del lugar, y también la aprobación de la  propuesta para la construcción de una capilla nueva”, señala Castillo.

 

No se detienen

Se realizan bazares y ventas de comida.

El diácono Fernando  destaca que están en un proceso de misión para ir nuevamente a evangelizar a la comunidad de Santa Cruz y Gamboa Arriba, donde hay muchos extranjeros.

“Muchos se han alegrado de que la iglesia católica ha regresado. Hicimos el Rosario Misionero por las calles y eso llamó la atención de las familias que nos recibieron y les dimos la bendición; también a los bomberos y los policías”, dijo Suárez.

Agregó que, a las familias que les reciben, están tratando de involucrarlas avisando a sus vecinos y la respuesta ha sido positiva. Actualmente se celebra los domingos a las  10:00 a.m. y se brinda la comunión a todo el que participa.