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A pocos meses de vivir el anhelado sueño, ser oficialmente un peregrino

A pocos meses de vivir el anhelado sueño, ser oficialmente un peregrino

Adrián Enrique, joven catequista y diputado juvenil de la Asamblea Nacional comparte su historia y expectativas sobre la próxima Jornada Mundial de la Juventud.

Por: Marianne Colmenárez

Aunque apenas tenía 12 años de edad, la JMJ Panamá 2019 dejó recuerdos inolvidables y fuerte llamado al servicio en la vida de Adrián Enrique Contreras Hidalgo.

Un joven panameño que se prepara junto a 37 muchachos de la parroquia San Judas Tadeo de Juan Díaz, para viajar en agosto a Lisboa, Portugal. País donde se encontrarán con el Vicario de Cristo y peregrinos del mundo.

Manifiesta que para la JMJ celebrada en Panamá, no pudo ser ni peregrino ni voluntario ya que la edad exigida para participar era 14 años en adelante; sin embargo, eso no fue impedimento para vivir una intensa experiencia junto a su familia y fieles de la parroquia.

Este encuentro despertó en Adrián el entusiasmo de comprometerse con la Iglesia, así como también un llamado a descubrir su vocación.

“En la parroquia me permitieron limpiar los salones del colegio en los que durmieron los peregrinos. Pero cuando comenzaron a llegar los polacos, portugueses y estadounidenses faltaban personas que hablaran inglés. Fue allí cuando sentí un impulso de tomar el micrófono para dar la bienvenida y orientarles sobre lo que debían hacer, todo en inglés”, cuenta Adrián entre risas.

Aunque varios miraban dudosos de lo que hacía por ser tan pequeño, le dieron suficiente libertad y seguridad para que siguiera apoyando.

Su pasión por el canto le permitió vivir la experiencia de grabar un tema musical con Kenia Moreno.

El llamado

Terminada la JMJ 2019, en una de las misas de su parroquia escuchó que el sacerdote hacía una invitación para ser catequistas; y tal como dijo el Papa Francisco en una de sus exhortaciones, Adrián Enrique dijo un ¡Sí! valiente como el de la Virgen María.

Desde entonces se organiza para cumplir con sus múltiples responsabilidades.

Hace sus tareas escolares, practica ciclismo, aprende portugués y chino, prepara sus catequesis, canta, escribe poemas, ensaya cuando le toca ser monitor en la misa e investiga sobre la carrera universitaria que estudiará luego de graduarse de bachiller. Apenas inicia el sexto año en el Colegio Bilingüe Panamá.

Desde el año pasado, Adrián vive también la experiencia de ser diputado juvenil en la Asamblea Nacional, ha participado en foros y debatido sobre algunos proyectos de ley.

Ir más allá…

“La experiencia de ser catequista me abrió una buena puerta para servir a la Iglesia, pero aún siento que debo buscar más, ir más allá para descubrir mi vocación”, afirmó asegurando que puede tener otras vivencias dedicándose en otras misiones dentro de la Iglesia.

Actualmente tiene novia en el colegio, comparte con su familia y amigos, lucha por no dejarse absorber por las redes sociales y participa activamente en todas las actividades de formación como peregrino.

“Además de los encuentros, hemos vendido desayunos y almuerzos, también boletos para tómbolas. La idea es que todos podamos ir a Portugal, que nadie se quede con la ilusión”, dijo entusiasmado.