Monseñor Dagoberto Campos, Nuncio Apostólico en Panamá presidió este jueves 29 de junio en la Catedral Metropolitana Santa María La Antigua, la Misa por la Solemnidad de San Pedro y San Pablo.
Por Marianne Colmenárez
“Hoy en el sínodo se nos llama a convertirnos en una iglesia que se levanta, que es capaz de mirar más allá, hacia nuevos horizontes, a caminar con Jesús, teniendo la identidad y el norte claro… ese es el combate al que estamos llamados hacer, en comunión con Pedro y Pablo y ahora con el Santo Padre”.
Así lo expresó en su homilía, monseñor Dagoberto Campos, Nuncio Apostólico en Panamá durante la solemnidad de San Pedro y San Pablo celebrada en la Catedral Metropolitana Santa María La Antigua, junto a los obispos de la Conferencia Episcopal Panameña.
Explicó que, como estos santos, el cristiano de hoy debe dejarse guiar por el mismo Jesús de Nazaret. “Debemos levantarnos, como el ángel que le dice a Simón ¡levántate!, es los que necesitamos en este camino sinodal, que despertemos y nos movamos para anunciar el Evangelio de Cristo”.
Advirtió a los obispos, sacerdotes y laicos presentes, a nunca olvidar que ese anuncio debe centrarse solo en su Palabra. “No se trata de anunciarnos a nosotros mismos, ni nuestras posiciones teológicas o puntos de vistas, es anunciar esa buena noticia de Cristo” dijo.
Para el monseñor Campos, no es posible que el cristiano responda a la fe con meros conceptos, “es algo más … es una vida entera por aquel que es mi Salvador, aquel que es la columna vertebral de la Iglesia”
Insistió en la oración para vencer cualquier resistencia existente, como la pereza y las seguridades.
“Esto nos impide a descubrir a quién seguimos… resistencias que nos abruman y preferimos quedarnos parados, lamentablemente eso pasa en nuestras familias y parroquias” destacó.
Citó al papa Francisco para explicar que, ni Pedro ni Pablo eran superhéroes, eran personas reales, como nosotros llenas de Dios y de Jesucristo.
Antes de finalizar la ceremonia monseñor José Domingo Ulloa, arzobispo de Panamá agradeció la presencia del Nuncio Apostólico en esta solemnidad y envió a través de su persona un saludo especial al Santo Padre.
A la celebración eucarística asistieron sacerdotes la arquidiócesis de Panamá y sacerdotes de distintos países que participan en el XLIV Curso Latinoamericano para Formadores de Seminarios Mayores celebrado en la casa de retiro Monte Alverna. También jóvenes estudiantes de los colegios católicos arquidiocesanos.
