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El futuro de la acción evangelizadora de la Iglesia está en la catequesis 

El futuro de la acción evangelizadora de la Iglesia está en la catequesis 

Una formación que solo “persiguiera la presentación de contenidos con una metodología incapaz de comunicarse con el interlocutor, se situaría fuera del proceso evangelizador y quedaría reducida a la esterilidad.

 

Por Karla Díaz

Con la presencia del Pro Prefecto del Dicasterio para la Evangelización, monseñor Rino Fisichela, se realizó en Panamá, el Encuentro Continental de Catequistas de América Latina y el Caribe, con  el objetivo de analizar el Directorio para la Catequesis y el motu proprio Antiquum ministerium, para proyectar líneas comunes que fortalezcan el trabajo evangelizador de toda la Iglesia en la región.

Esta jornada estuvo orientada en una consulta previa, la cual se trató “de un sondeo a los responsables de la catequesis en los episcopados para poder escuchar y valorar cómo el Directorio para la Catequesis y el Motu proprio ‘Antiquum Ministerium’ están orientando el accionar en la Catequesis en las Iglesias particulares.

En este sentido, Mons. Rino Fisichela señaló que la catequesis no es algo accidental de la vida de la iglesia, sino que es  un momento importante y determinante porque se trata de la evangelización.

“Como el Concilio Vaticano II nos enseña, la catequesis es una dinámica, un movimiento constante y continuo que nos permite ayudar a forjar  una identidad cristiana conociendo bien el encuentro personal con el Señor, y el sentido de pertenecer a una comunidad, a una familia, a una iglesia”, dijo Fisichela.

Agregó que este encuentro que se vivió  en Panamá sirve principalmente para escuchar, pues, en todos los países de América Latina hay una dinámica muy fuerte y fundamental de la catequesis.

“Por eso es importante que las experiencias que se den aquí sean escuchadas para que puedan ser compartidas en  Europa, África y en el mundo entero; eso es la riqueza de la iglesia”, destacó.

Puntualizó diciendo que “No se hace la catequesis, sino que hay que ser un catequista”, ya que por más cursos que tengamos, lo más importante es forjar una identidad de catequista, con sentido creíble, ya que cada uno tiene una capacidad especial de publicar el contenido de la fe.

 

 

Responsables de catequesis presente.

 

La consulta dio respuestas

Sor Amalia Orozco,  religiosa salesiana, integrante del Laboratorio de Catequesis, fue una de las líderes del proceso de consulta en el que participaron las diferentes conferencias episcopales.

Para ella ha sido de mucha importancia hacer este trabajo, ya que lo que se busca es tener una visión objetiva de lo que significa el directorio para la catequesis en nuestro continente.

“Dentro de nuestro trabajo pudimos compaginar con el dicasterio, la organización de nuestro encuentro para tomarle el pulso a lo que es el Directorio de Catequesis  y el motu proprio, no como documentos sino como experiencias que van  haciendo camino para que el trabajo sea vida y la vida sea fe”, señaló la religiosa.

A través de este trabajo se hizo un recorrido, en donde todos observaron  lo que las conferencias episcopales  querían compartir, a través de encuestas, con las cuales elaboraron síntesis.

Todos han quedado contentos, fue una dinámica de contemplación que ha hecho tomar conciencia de lo que se ha hecho y lo que queda por hacer en cada una de las 21 conferencias que participaron, en especial, por lo que el Ministerio del Catequista implica con la participación de los laicos.

“Es una esperanza ver que realmente América Latina sigue abriendo espacios para ellos, y que vayamos superando ese clericalismo que, desgraciadamente muchas veces ha detenido la vocación y la misión”, puntualizó.

 

Pidió no restar importancia a la catequesis.

 

No restemos importancia al ser catequistas

Monseñor José Domingo Ulloa, segundo vicepresidente del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam), pidió dar la importancia que merece este ministerio.

“Yo creo que el Ministerio de Catequista es un ministerio que hay que andar descalzo, no olvidarnos que la tierra que pisamos es tierra sagrada; que esto es muy importante, especialmente en estos nuevos tiempos”, dijo.

Insistió en que son los catequistas la primera y última referencia que la gente tiene sobre Dios y también sobre la Iglesia, por lo que pidió a cada uno estar actualizado y deslastrarse de “cuadernos amarillos, envejecidos por el tiempo.

Sin duda, el futuro de la acción evangelizadora de la Iglesia está en la catequesis, y la implementación del Ministerio del Catequista será clave para seguir avanzando en una Iglesia donde todos los bautizados asuman protagonismo.

 

Una iglesia que dialoga

El padre José Luis Cote, sacerdote argentino, señaló que la Iglesia debe ir hacia el diálogo con el mundo en que le toca vivir, ya que se hace palabra; se hace mensaje y se hace coloquio.

“Es una iniciativa libre y gratuita, se funda en el amor, no se justifica en los méritos de los interlocutores, no obliga, es para todos sin distinción, crece poco a poco. En la actualidad, este diálogo – con la sociedad, con las culturas y las ciencias, con otros creyentes es particularmente necesario como una valiosa contribución a la paz”, añadió.

Asegura que la catequesis como laboratorio de diálogo es, en definitiva, laboratorio de sinodalidad, es decir, educa para ser una Iglesia sinodal, viviendo ya esa experiencia durante la catequesis.

“Esta experiencia ha dejado una comunidad de conocimiento, aprendizaje e intercambio de ideas, que articula redes, personas,  comunidades y centros de formación de distintos niveles: universitarios, nacionales diocesanos y parroquiales”.