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Cómo y cuándo los apegos pueden dañar su vida

Cómo y cuándo los apegos pueden dañar su vida

El apego insano se puede manifestar en las diferentes etapas de la vida y puede darse por relaciones sentimentales, familiares u objetos.

Blanca Peralta de Farrugia

No puedo ser feliz sin ti, solo a tu lado me siento protegida, son solo algunas frases que le ha dicho Estefanía, una chica universitaria, a su novio.

Este tema se ha vuelto un comentario recurrente entre sus amigas, quienes temen que esto se esté saliendo de control.

Observan que su mundo gira en torno a él, al punto que en su cuarto tiene salpicadas en repisas y paredes, fotografías del joven. Cosa igual pasa en sus redes sociales.

Aunque es un muchacho bueno, el que tiene al lado, les preocupa la actitud de Estefanía, que les resulta exagerada.

En otro aspecto, el señor Juan no quiere deshacerse de electrodomésticos que, desde hace tiempo, perdieron su efectividad y sus hijos temen que su vida peligre por un corto circuito, ya que vive solo. Los artefactos eran de la época en la que laboraba y que en esos años eran de última tecnología, pero de esos hechos han pasado más de 25 años.

Jesús Vallester, psicólogo clínico de la Policlínica «Dr. Ernesto Pérez Balladares, Padre», de la Caja de Seguro Social (CSS) en el distrito de Boquete, provincia de Chiriquí, informó  desde el punto de vista clínico sobre qué son los apegos.

Hay que prestar atención si crea dependencia.

Señala que los apegos, pueden ser clasificados en dos vías: los sanos y los insanos, y éstos últimos generan en los individuos limitantes para desarrollar una vida normal y plena.

¿En qué momentos se pueden generar  los apegos insanos? Vallester manifiesta que el momento crucial es en la niñez, cuando las relaciones que se forman entre padres e hijos son fundamentales en la crianza de un niño.

Los apegos insanos también se pueden dar en etapas posteriores, como en la adolescencia, adultez y aún en la vejez, los cuales pueden variar desde unión a relaciones sentimentales, familiares u objetos.

Al apego que cae en dependencia, en cualquier etapa, se debe prestar atención, como por ejemplo en una relación de pareja, en la que uno de los dos establece un apego insano, donde se pueden escuchar frases como «no puedo vivir sin ti», o  el caso en el que un anciano se apegue a cualquier objeto u actividad, a sabiendas de que este puede poner en peligro su seguridad, salud o integridad, como por ejemplo apegos excesivos a una casa, carros o actividades que, por su condición física,  debe evitar.

El especialista detalla que en la consulta se debe trabajar y analizar  si detrás  de toda la situación generada, existe la posibilidad de un apego insano.

Preguntas importantes

CONFIANZA. Los apegos insanos pueden padecerlos personas con baja autoestima

Es importante que las personas comprendan que todos, sin excepción, podemos estar sometidos a los apegos excesivos, para ello, Vallester detalla una serie de preguntas que pueden orientar:

  • ¿Usted está en capacidad de autoreconocerse?,
  • ¿Ha tomado tiempo para analizar su personalidad?
  • ¿Siente necesidad compulsiva de tener un objeto determinado siempre con usted?
  • ¿Piensa que su vida puede acabar si no tiene un determinado objeto o persona con usted?
  • ¿Qué tiempo dedica a determinada persona u objeto?, ¿Podría tener una vida plena si llegara a faltar?
  • ¿Usted puede vivir sin ese apego, sea este emocional, físico, material o espiritual?

Estas preguntas pueden guiarles para saber si está viviendo esta situación y de ser necesario debe visitar a un especialista para que rompa esas cadenas.

Causas extremas

  • Los apegos insanos pueden padecerlos personas con baja autoestima, pues se consideran inferior a su pareja, en cualidades físicas, rango social o habilidades en la vida.
  • Tienen necesidad de constante confirmación de amor. Presentan muchas veces temor a la soledad, y ésta es la causa de no querer que la relación se acabe.
  • Cuando se identifica que se tiene un apego malsano, que hace que energías y bienestar propio se pierda, lo mejor es ponerse en manos de un profesional.