Es mejor añadirle fruta natural al agua, que comprar las versiones con saborizantes que existen en el mercado.
Alberto Velarde
El agua es vital para el cuerpo humano a cualquier edad, pero en niños en desarrollo, lo es aún más.
Así lo explica el magister Héctor Moreno, jefe de nutrición en el Hospital de Especialidades Pediátricas “Omar Torrijos Herrera” (HEPOTH) de la Caja de Seguro Social (CSS).
Según explica el especialista, los niños necesitan más consumo de agua que los adultos ya que el vital líquido favorece la concentración y el rendimiento cerebral, ayuda a la regulación de la temperatura corporal, transporta los nutrientes hasta las células, colabora en la digestión de los alimentos ya que es importante en la elaboración de los jugos digestivos, contribuye a evitar el estreñimiento haciendo que la orina y las heces sean desechadas más fácilmente y también es muy importante para una adecuada transpiración (sudor), entre otros beneficios.
No se debe nunca endulzar el agua, ningún sustituto es recomendado.
Recomendaciones
Se les recomienda a los padres de familia inculcar el hábito con métodos como tomar agua juntos y conseguirle un vaso o termo especial para beberla.
Si a su pequeño le molesta el sabor puede como una excelente opción, usar una rodaja de limón y la deposita en la jarra para el agua.
El consumo de agua adecuado en la etapa infantil evitará problemas en la vida adulta como puede ser: artritis, estreñimiento, hipertensión y las infecciones urinarias.
Las aguas con sabores de frutas podrían ser una opción más saludable que productos procesados, al igual que los jugos de frutas naturales, pero no se recomienda reemplazar al agua como tal.
Es mejor añadirle fruta natural al agua que comprar las versiones de agua con saborizantes que existen en el mercado, aclaró Moreno.
El no tomar agua desde temprana edad podría impactar negativamente la salud infantil con problemas de sobrepeso, estreñimiento, infecciones urinarias e incluso generar diabetes en niños, explica el magister Moreno.
Es importante recordar que el agua, debe ser combinada en niños con otros líquidos importantes como la leche.
Si el niño integra alimentos líquidos saludables como sopas, leches, jugos, este líquido se debe restar a la cantidad de agua que el niño consume diario.
Colabora en la digestión de los alimentos.
Para niños en edades tempranas y que aún toman biberón, si toman dos biberones de 8 onzas, por ejemplo, eso se le resta al requerimiento de agua que el niño tendría que recibir a su edad.
Las bebidas hidratantes, tan famosas en el mundo deportivo, se deben usar con mesura y cuidado, según explica el nutricionista, ya que aún con el niño realizando actividades deportivas tienen mucha cantidad de sodio y fructuosa, lo cual podría traer problemas a largo plazo.
Estas bebidas no deben usadas como reemplazos de jugos, ni del agua.
En niños muy pequeños no es recomendable su uso, más bien, se deben dejar para la etapa de adolescencia y usarlos solamente durante actividades deportivas y cuidando su consumo.
Consumo según la edad
Desde el año hasta los 10 años se recomienda en la población pediátrica, el consumo diario de litro y medio de agua, eso equivale de 4 a 6 vasos diariamente.
De 11 a los 18 años, la cantidad recomendada es dos litros diarios, lo cual equivale a unos 6 a 8 vasos diarios.
La orina es el mejor indicador si el consumo de agua es el adecuado, si la orina es blanca se está consumiendo la cantidad de agua necesaria, pero si es de color amarillenta se necesita consumir mayor cantidad.
En climas como el nuestro, con calor, el consumo de agua debe ser prioritario antes de cualquier otra opción.
El especialista en nutrición, Héctor Moreno, enfatiza que la sobrehidratación (consumo excesivo de agua) sólo es un riesgo en caso de una enfermedad como la cardiopatía o para pacientes en diálisis, pero de otra forma, no hay problema si se toma más agua de lo recomendado, puesto que el cuerpo la desechará en la orina, sudor o en las materias residuales, así que no hay una contraindicación para ello.