Los líderes de los comités interreligioso y ecuménico, así como el Arzobispo de Panamá, expresaron su preocupación ante las cifras alarmantes de contagiados y fallecidos.
Eduardo Soto P. [email protected]
Fotos cortesía del Ministerio de Salud
Una vez más las comunidades de fe, en su misión profética, salen al encuentro de sus fieles, esta vez para llamar su atención ante las amenazas del nuevo coronavirus, y el duro golpe que está dando en la salud y la vida de la nación.
“La situación del Covid-19 se nos está saliendo de las manos, y debemos corregir el rumbo como país”, señaló el rabino Gustavo Kraselnik, presidente del Comité Interreligioso de Panamá, que aglutina a las comunidades cristianas, judíos, musulmanes, budistas y de los de la Fe Bahá’i.
El obispo Julio Murray de la Iglesia Anglicana y presidente del Comité Ecuménico de Panamá (Iglesias cristianas) señaló que en las comunidades “hay miedo, y cada vez que se enteran de una muerte o un caso nuevo, la angustia aumenta”.
Por eso, agregó, todos debemos tomar conciencia.
“Somos distintos, pero no distantes” reiteró el arzobispo de Panamá, monseñor José Domingo Ulloa Mendieta, quien advirtió que la unidad de todos los panameños es el arma perfecta para combatir esta enfermedad.
“Vivimos en la misma casa, y todos tenemos un mismo Padre”, enfatizó el arzobispo.
Llamado a la conciencia
Ante la gravedad de los hechos, los líderes de las principales organizaciones que agrupan a las diversas religiones del país aceptaron la invitación del Ministerio de Salud, quien les solicitó levantar su voz profética para exhortar a la población a cumplir con las medidas de protección.
Luego de varias reuniones, se concluyó en la necesidad de producir un mensaje para crear conciencia de la situación, y tomar medidas comunitarias.
Distintos, pero no distantes
Los líderes optaron por grabar sus respectivos mensajes en la intimidad de sus templos propios, y cerrar la producción con un mensaje final juntos, en un sitio significativo como los es la Cinta Costera.
El obispo Murray eligió una capilla ubicada en la Catedral San Lucas, desde donde expresó que la “autodisciplina es un arma contra el aumento de contagios”.
Y agregó: “Hacemos un llamado al auto-confinamiento, para contribuir todos los ciudadanos panameños a la disminución del efecto contagioso y letal del Coronavirus en Panamá”.
Por su parte, el rabino Kraselnik optó por la sinagoga Kol Shearith Israel, donde él presta servicio, desde donde expresó: “En las comunidades de fe estamos comprometidos en aportar en frenar la pandemia, hemos estado siempre vigilantes que mantengamos en nuestros templos las medidas establecidas por las autoridades de salud”.
“Ahora no se trata de religión, partido político, gobierno u oposición, este flagelo no hace distinción alguna pobre, rico, joven, niño, adulto… ¡todos estamos expuestos¡”, enfatizó el rabino.
Por su parte el Arzobispo de Panamá, monseñor José Domingo Ulloa Mendieta, desde la Catedral Basílica Santa María la Antigua dijo que estamos viviendo tiempos donde se impone el sacrifico de cada cual.
“La palabra sacrificio significa hacer sagradas las cosas. Convirtamos ese tiempo, esa renuncia, ese quedarme en casa, en algo sagrado, que se entrega al Creador para beneficio de los demás”, subrayó.
Y concluyó: “Estamos esperanzados que este sacrificio será más que recompensado, cuando logremos reducir los agresivos efectos del Coronavirus en nosotros”.
Los católicos
El resto de los obispos panameños también se sumaron a estas acciones de combate contra el virus fatal, y determinaron ajustar los horarios de las celebraciones litúrgicas.
CEP se pronuncia
La Conferencia Episcopal Panameña señaló que el día de Navidad (25) se celebren misas “en horario conveniente”.
El 31 de Diciembre la misa debe ser más tardar a las 5 pm.
También el 31 se puede celebrar las Primeras Vísperas en lugar de eucaristía.
. Los fines de semana 26 y 27 de diciembre; 2 y 3 de enero las misas serán sin fieles y por internet.
Por eso no se celebrará la tradicional “Misa de Gallo”, pues corresponde hacerla en horas nocturnas, en pleno toque de queda.
La que se permite hacer es la “Misa de la Vigilia”, que debe programarse más tardar para las cinco de la tarde. También pueden celebrar, sin asistencia de fieles, la Misa de la noche y transmitirla por las plataformas digitales.