El Centro de Atención Integral San Juan Pablo II y su albergue ubicado muy cerca de la Asamblea Nacional se han visto afectados significativamente por las protestas que se concentran en la zona.
Marianne Colmenárez
“Igual que en el tiempo de pandemia estamos de puertas abiertas, para seguir atendiendo a las personas que viven en situación de calle y a los hermanos adultos mayores internos en el albergue” afirma Ariel López, director del Centro de Atención Integral San Juan Pablo II, en sus dos sedes.
Informa que desde el lunes cuando comenzaron las protestas han visto obstaculizada la llegada de las donaciones, las reservas de alimentos se acaban, considerando que ofrecen desayuno, almuerzo y cena a las personas en situación de calle.
Agregó que la ropa se les ha agotado, los usuarios de la obra que van a ducharse en la sede de la Avenida Cuba no tienen con qué cambiarse, explica que siempre los fieles les llevan ropa y calzado de segunda para ofrecer esta ayuda humanitaria.
López destaca que cuatro personas acogidas en el albergue se encuentran en grave estado de salud, por lo que han tenido que advertir al servicio de ambulancia que tienen contratado sobre esta situación, deben garantizar la seguridad ante cualquier emergencia.
“Solo tenemos una vía para llegar, se puede entrar al albergue por vía contraria, nosotros hemos tenido que optar por las bicicletas para trasladarnos y buscar lo que haga falta. Tristemente unos perdigones afectaron las llantas” expresó.
Exhorta a quienes puedan llevar donaciones que vayan a tempranas horas de la mañana.
“Seguiremos apoyando a las personas afectadas por los gases lacrimógenos, hemos orado con ellos y regalado de las mismas mascarillas que no han donado” dijo Ariel.
Para concluir López hace un llamado a la unidad y a la paz. “Podemos protestar, hacer patria con nuestras banderas, sin llegar a la violencia. No es necesario hacer daño a las personas, ni vandalizar la propiedad privada”.