Juntos estamos construyendo la Iglesia que Cristo quiere, sobre todo en comunión, participación y en el importante llamado a la misión.
Por Karla Díaz
Como una invitación a profundizar algunas intuiciones que han surgido a lo largo del proceso y la etapa de escucha del próximo Sínodo de octubre 2023, fue presentado el documento Instrumento Laboris, un largo trabajo de escucha del pueblo de Dios en las Iglesias locales y de las posteriores etapas desarrolladas por parte de las Conferencias Episcopales y Asambleas Continentales.
Los temas centrales que estarán en el centro de los trabajos de la Asamblea sinodal son tres, y guardan relación con las tres palabras que constituyen el tema del Sínodo: la cuestión de cómo crecer en comunión acogiendo a todos, a la luz del Evangelio; los estilos concretos de corresponsabilidad, reconociendo a cada bautizado con vistas a la misión común; y una reflexión en torno a las estructuras y dinámicas de gobierno, a través de las cuales articular en el tiempo la participación y la autoridad en una Iglesia sinodal misionera.
El fruto de este documento han sido las consultas al pueblo de Dios en el rango local que fue el punto de partida. Posteriormente, las diócesis recogieron las conclusiones y las hicieron llegar a las Conferencias Episcopales o Sínodos de las Iglesias Católicas Orientales.
Éstas las sintetizaron y las enviaron a la Secretaría General del Sínodo en agosto de 2021.
Una vez analizadas por los expertos, elaboraron el Documento de Trabajo para la Etapa Continental (DTC) y dicho documento regresó a las Iglesias locales para poder aportar en el contexto continental y dar paso a este actual documento de discernimiento, a los asistentes en el próximo Sínodo de octubre.
¿De qué consta el documento?
Monseñor Edgardo Cedeño, Obispo responsable del Sínodo, destaca que el Instrumentum Laboris consta de un texto y quince fichas de trabajo, que recorren la experiencia de estos dos años del camino sinodal de toda la Iglesia.
“Recoge experiencias y aportes significativos del acontecer actual. Nos ayudará a una revisión a lo interno de la Iglesia y luces para todos los bautizados. No se trata de dar respuestas rápidas a las situaciones puntuales, es un proceso de discernimiento a la luz del Evangelio y guiado por el Espíritu Santo”, expresó monseñor Cedeño.
Por lo mismo, destaca, cada ficha de trabajo presenta una breve reflexión, fruto del discernimiento realizado a lo largo del proceso sinodal. Seguirá, además, una pregunta básica para el discernimiento que se llevará a cabo en las distintas sesiones de trabajo y algunas sugerencias para la oración y reflexión preparatoria de cada miembro de la asamblea.
Invitó, además, a unirnos cada día a este proceso de pueblo de Dios, a seguir actualizando, madurando nuestra fe, conociendo los aportes de la Iglesia a la sociedad hoy, y abriendo nuestro corazón a sentir que somos parte importante de esta Asamblea Sinodal.
Escucha y reflexión
La hermana Rosmery Castañeda, Dominica de la Presentación y encargada del sínodo, fue una de las convocadas para participar, el pasado 20 de junio, a través de la plataforma virtual de la presentación de Instrumento Laboris.
Para ella, el documento es precioso, porque tuvieron en cuenta todos los procesos a nivel de diócesis y de conferencia episcopal, y lo que se hizo a nivel de zona continental.
“La metodología que se usó aquí en América, lo más seguro que en Europa también es la preparación para lo que vamos a vivir en octubre de este año, cuando se congreguen personas de distintos continentes, de los distintos estilos de vida cristiana, varones, misioneros, laicos, consagrados, religiosos que viven la fe en lugares distintos, con experiencias múltiples, misioneros que conocen la iglesia desde otro punto de vista, y esto es lo que va a enriquecer la participación en el sínodo de octubre”, dijo la hermana Rosmery.
A través del Instrumento Laboris se nos está presentando qué es lo prioritario, tomando en cuenta las reflexiones de estos procesos que vienen desde el año 2020, 2021, 2022 y 2023 por donde va este caminar sinodal.
Además, se nos hacen varias preguntas, porque se va a trabajar en base a talleres. “Son temas prioritarios de la iglesia, entre estos: La iglesia desde el pueblo, El pueblo participa, Cómo ser verdaderamente instrumentos de unión, Cómo participar y la intervención, a nivel local, de la mujer, ya que en esta ocasión se tiene en cuenta su figura, capacidad de decisiones y participación en el voto.
“Se nos hace ver que la comunión es la primera que debe irradiar. Es decir, una iglesia sinodal es una iglesia que está al servicio de la caridad, teniendo en cuenta el compromiso de justicia y del cuidado de la casa común”, destaca la religiosa.
Una iglesia que es, gracias a los alejados
Otro punto importante que se toca en el documento es el tomar en cuenta a aquellas personas que están en ambientes difíciles, ya sea por la guerra, violencia o marginación.
Si a esas personas que están excluidas por su estilo de vida, por su forma de ser, no las tenemos en cuenta, no se logra el objetivo de una iglesia sinodal, ya que la Iglesia es madre y ama también a los hijos que no están en el camino, y son de hecho los que más la necesitan.
Comunión y oración en el encuentro sinodal
La orientación y reflexión presentada en este documento es bastante clara. En cuanto al encuentro sinodal, nos dice que debe ser sincero y cordial entre los hermanos, que se note la alegría del encuentro y la participación de todos.
El documento nos invita también a orar, ya que trae varias fichas con las cuales se nos recuerda cómo hemos participado. Se resalta el trabajo de aquellos que nunca habían sido escuchados, así como la participación de la mujer porque se busca una iglesia en conversión. Y luego nos habla de los ministros ordenados, cuál ha sido la participación de ellos, cuál es su aporte y qué esperamos de ello.
Entre las fichas, nos orienta la Hermana Rosmery, hay una que habrá que colocarle más atención porque cuando el Papa nos habla en Evangelium Gaudium de conversión pastoral, él dice que tiene que darse un cambio de estructuras, un estilo de autoridad para el servicio.
“Esa ficha trata el tema de participación, responsabilidad y autoridad, y nos hace ver que todos estamos en ese ejercicio de una responsabilidad dentro de una iglesia sinodal misionera”, dijo la religiosa.
Agregó que es un claro llamado a que las funciones de la autoridad de responsabilidad y de gobiernos cambien a una autoridad más circular, tanto a nivel de iglesia, a nivel de vida consagrada, a nivel de los movimientos y asociaciones apostólicas.
“También hablamos de esa autoridad espiritual que está vinculada al carisma, al servicio ministerial, y también es una autoridad, aunque sea dentro del ministerio, una autoridad que sirve, que está para los más pequeños porque la iglesia es servidora y todos compartimos la llamada, todos estamos siguiendo al mismo Maestro, siempre para servir”, concluyó.
